El sábado despertó, como cualquier otro día y se dispuso a cocinar, al interior de la finca marcada con el número 312 de la calle Salvador Gámiz de la colonia Las Conchas, Don José Lucio disfrutaba de una mañana típica en la soledad, sin imaginar que serían sus últimos momentos de vida.
Mientras preparaba sus alimentos, una llamarada se salió de control. Como suele ser costumbre, el fuego se esparció de forma veloz por la vivienda alcanzando a un colchón, que convirtió en un infierno el hogar de Don José.
El humo alertó a los vecinos, mientras él luchaba por escapar de la hoguera en que se había convertido su casa. El llamado a las autoridades fue tan inmediato como la respuesta. Elementos de la Policía Municipal, fueron los primeros respondientes, y lograron rescatar de entre las flamas a Don José que ya presentaba quemaduras visibles en sus piernas y brazos.
Después resonaron las sirenas de Protección Ciudadana y Bomberos del Estado, quienes de forma inmediata se abocaron a extinguir el fuego incesante, para posteriormente sacar el colchón cuyas cenizas simbolizaban el derrumbe de la vida de su dueño, el cual debido a sus lesiones fue trasladado de urgencias al Hospital Civil de Tepic.
Lamentablemente, este lunes, el personal médico de la institución de salud confirmó el fallecimiento de José Lucio de 59 años de edad y con ello un nuevo capítulo en la infame historia de personas con discapacidad que han perdido la vida a causa de un siniestro en esta capital.
Tan solo el mes pasado, su tocayo, José Evencio Cortés de 54 años de edad murió en circunstancias similares, luego de que su hogar en la colonia 3 de julio terminará calcinado tras un incendio que arrasó otras dos viviendas y del cual no pudo escapar debido a su discapacidad.
En un momento en que la sierra arde por el estiaje; la capital no se queda atrás con estos incidentes que acaban sorpresivamente con la vida de los más vulnerables.