“El Espacio Privado”

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Por Mariana Cortés Zayas

A lo largo del tiempo y de la convivencia que tenemos los seres humanos con los espacios que habitamos o que utilizamos se desarrollan distintas sensaciones, experiencias y aunque no seamos perceptivos muchas de estas manifestaciones se van quedando en nuestra memoria ya sea individual o colectiva.

Es por ello que a lo largo de la humanidad el concepto del espacio privado ha tenido diferentes interpretaciones que la misma sociedad les ha conferido, así se podría hacer un recuento de estas concepciones a través de diversos períodos de la historia y podemos encontrar grandes diferencias, lo hemos comentado en otros artículos, sucede así por las nuevas necesidades que se van generando en la sociedad, en las formas de pensamiento y en la visión que tenemos del mundo.

¿En qué momento nos ubicamos en un espacio privado? Para tratar de explicarlo, el ejemplo más sencillo es la casa que habitas. Desde siglos atrás nuestros antepasados se reguardaban de la intemperie, del frío, de los animales, creando espacios seguros para su supervivencia, las viviendas se han ido transformando a través del tiempo.

La creación de una vivienda habitada por una familia, adquiere características muy particulares y peculiares, que dependerán del contexto de la familia, sus preferencias, deseos, gustos, normas, predilecciones, creencias, por lo regular esto quedará manifestado en su diseño, en los materiales que la conforman, su estilo, su distribución, las alturas, las texturas, colores, etc.

A pesar de que esas características las definen, las viviendas hoy en día deben cumplir su función primordial, que es el ofrecer confort y seguridad para las familias o los integrantes de la misma.

Una manera que se ha empleado para que esa función se cumpla, es que se han normado de acuerdo a ciertos parámetros, si la vivienda no cumple esos parámetros mínimos por lo menos, es probable que sus integrantes no disfruten del confort.

Hoy en día existen diferentes instrumentos normativos desprendidos de leyes, reglamentos y normas, ayudan a cumplir esos parámetros de habitabilidad. Independientemente de los gustos de sus habitantes es necesario cumplirlos para el disfrute de los espacios.

Dentro de las viviendas, podemos encontrar diferentes espacios que también podemos clasificarlos como privados, se hace esa distinción del resto de los espacios, para diferenciar que en ellos realizamos actividades muy particulares, tal vez en ocasiones te ha pasado que algún integrante delimita su propio espacio colocando algún letrero o cierta limitación.

Es muy interesante que dentro de las viviendas existan también espacios privados. La lógica que responde a un uso individualista del espacio, su representación puede ser un baño, un sillón, un rincón, una terraza, un balcón, una marquesina, algún tipo de mobiliario, en el que se busca comodidad y que ofrece las condiciones que dan felicidad, alegría, seguridad.

Inclusive a través de los años esas preferencias por el espacio individualista también cambian, por la edad, por las características físicas de las personas, creo que cada uno de nosotros puede recordar en su niñez, juventud o adultez estos espacios.

Entender que estas expresiones nos llevará a comprender que a una escala más grande como lo es la ciudad estas manifestaciones también las podemos observar o reflexionar. Y podría continuar ejemplificando otros espacios que también los distinguimos como privado, seguramente en los próximos artículos los abordaremos.

Escribo para ti mujer, hombre, adolescente, adulto, que habita espacios, que integra entornos, que vive en localidades, ciudades, con la intención de dialogar temas que promuevan la reflexión y con ello comprender las diferentes dinámicas que suceden en el espacio, con la finalidad de vivir mejor.

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