Resultó trepidante el duelo entre Tigres y Atlas, la noche del sábado en El Volcán de Monterrey. Cuando todo parecía perdido tras recibir cuatro goles (uno de ellos producto de un penal inexistente forzado por el fingimiento de Gignac), el Atlas se metió en la Final con una pena máxima cobrada con enorme personalidad por Aldo Rocha (que incomprensiblemente no ha sido llamado por Gerardo Martino a la Selección Nacional).
Ejecución in extremis y bajo tremenda presión de Rocha, antecedida por una segunda marrullería gala, pues Florian Thauvin intentó dañar el pasto del manchón penal con los tachones para afectar al cobrador.
Con el 4-0 global en contra, Tigres se fue con todo al frente y estuvo a segundos de meterse en la Final. Esto me hace pensar que Miguel Herrera debería continuar como timonel del trabuco felino, aunque también es importante señalar que cometió el grave error de incurrir en una alineación indebida, pues en algún momento puso en la cancha a 9 jugadores no formados en México. Falla de primaria. ¡9 de 11 no formados en México! Como si no fuera suficiente la extranjerización de nuestro balompié.
¿Cómo es posible que alguien de su cuerpo técnico no se lo hiciera notar? Tigres perdió en la cancha, pero igual hubiera perdido en la mesa. Y ya se investiga de oficio la pifia del Piojo.
El Atlas está en la Final por segundo campeonato consecutivo. Es el resultado del trabajo de largo tiempo con el mismo entrenador, un buen plantel y el trabajo concienzudo de la empresa que comanda Alejandro Irarragorri.
¿Será campeón nuevamente el equipo del Paradero?
Dos estoconazos
Concluyó la participación mexicana en la Feria de San Isidro con triunfo de un variado y entregado Leo Valadez, que le tumbó la oreja al sexto toro de la corrida de ayer en la plaza de Las Ventas de Madrid.
Confirmó Leo su alternativa con el toro “Discreído” de la ganadería de García Jiménez, un ejemplar con fuerza, recorrido, velocidad y transmisión en sus acometidas. El bravo astado se desplazaba y el diestro de Aguascalientes le dio muletazos de excelente factura antes de matar de soberbia estocada. La petición fue mayoritaria pero el juez denegó el trofeo.
Con idéntica decisión y tras banderillar en distintos estilos y terrenos a los toros de sus alternantes El Fandi y Manuel Escribano, lidió a “Manchego” del hierro de Torrealta, un jabonero sucio que no acabó de romper.
Realizó con luminosidad el quite de la zapopina. Clavó los palos al violín a la salida de un par de Escribano. En el último tercio, el toro lo empaló violentamente y lo hirió en una oreja pero Valadez puso todo de su parte y volvió a matar con rotundidad para recibir una merecida oreja.
El joven coleta dejó constancia de raza y valor. Ojalá que de aquí en adelante se le abran las puertas de distintos cosos peninsulares.
Para cerrar un extraordinario domingo de la torería nacional en España, el michoacano Isaac Fonseca cortó dos orejas en un triunfo sólido en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla. Su primer novillo se lo brindó al legendario Eloy Cavazos, presente en una barrera de primera fila del coso del Baratillo.
Fonseca iba a la capital andaluza después de impresionar a la cátedra madrileña con una comparecencia de alto nivel el lunes anterior.
