Por Diego Mendoza | Pablo Hernández
Nacidos en los mares, su estilo se encuentra envuelto de un misticismo que se apoya en sus múltiples uniformes; camuflados de azul, verde o gris, buscan pasar desapercibidos en una sociedad que respeta y agradece su labor. Hoy la Secretaría de Marina en México está de fiesta por la conmemoración de sus 201 años.
Como herencia de la Independencia de México, el 4 de octubre de 1821 se creó la llamada Armada de México, una institución que se consolidó con el pasar de los años, hasta entrado el siglo XX, cuando los gobiernos entendieron la importancia de estas fuerzas. El 31 de diciembre de 1940 finalmente se creó el ente rector conocido como Secretaría de Marina que incluyó en su estructura a la Armada de México.
Así nacería la Marina que se conoce hoy en día, con un objetivo de organizar y emplear el poder naval que hoy cuenta con mil 268 buques y 130 aeronaves que están dedicadas a la defensa del litoral mexicano. Pero que en los últimos años ha significado una fuerza importante en garantizar la seguridad al interior del país, por mar, tierra y aire.
Sin embargo, aunque dentro de su mística la institución suele lucir imponente, nunca ha dejado de lado su carácter humanitario y social, al igual que el Ejército, ya que en cada desastre natural se presentan a brindar apoyo, con el traslado de víveres, labores de desazolve y rescate de personas vulnerables.
Acciones que realizan en conjunto 75 mil 181 elementos, en las bases navales que se encuentran a lo largo y ancho del país, quienes realizan sus labores con firmeza y patriotismo que los ha llevado a convertirse en la institución de seguridad más importante en México, tal como lo revela la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el cual se destaca a la organización como la más confiable y efectiva dentro de los cuerpos de seguridad nacional, pues 87 de cada 100 mexicanos consideran a esta corporación como la más honesta.
En Tepic, una ciudad que hasta hace algunos años vivió una época de violencia, terror e inseguridad, las cifras se elevan por encima del 95 por ciento, demostrando la aceptación y admiración de la mayor parte de los nayaritas encuestados a estas fuerzas armadas.