Por Juan Alonso Romero
Lo normal en una negociación, es que ambas partes en diferencia, e incluso en confrontación, suelen ceder en algo, para poder llegar a un acuerdo, a un arreglo, a eliminar la diferencia. Lo que supone la adopción de compromisos que no son de su agrado, pero que son necesarios, para resolver la diferencia. La clave en las negociaciones, que tienen connotación práctica, de mutuo acuerdo, es eliminar lo que confronta a dos partes en desacuerdo. Esto sucede de manera muy especial en el mundo de la política y de la diplomacia. E igual, en los asuntos mercantiles, como en los financieros.
PARIDAD O PÉRDIDA
En las negociaciones, puede haber incluso paridad en las pérdidas y beneficios de ambas partes. O incluso que una de ellas, salga con la mayoría de las exigencias cumplidas. Esta, la negociación, es además un proceso muy antiguo. Incluso pudiéramos decir, que en la vida real todos los intercambios se realizan a través de la negociación.
La negociación se extendió mucho en las sociedades antiguas. En las cuales, como sabemos, no existía el dinero como moneda.
Pues se usaba entonces el intercambio, que conocemos como trueque.
LAS REALIDADES ACTUALES
La Ley de Derechos y Justicia Laboral, está generando mucha polémica extendida en varios ámbitos. En cuanto al catálogo de libertades, no hay problema. Está desde luego, con mucho respeto, abierto el camino de consulta a la instancia Judicial Competente, para que declare su validez o no. Esa vía, no está de ninguna manera cerrada. Luego queda abierta, la vía política de la negociación, donde la base fundamental está en la opción de diálogo. Estableciendo entre ambas partes, los principios de respeto, responsabilidad y cumplimiento, en el caso de que se llegue a algún o a algunos acuerdos. De tal manera que todos entendemos, que fuera de la negociación, lo que queda es la confrontación. Misma, que por lo que desgasta a ambas partes, no resulta ser conveniente.
LOS NUEVOS ESTILOS
No es falta, que cada gobierno de los tres niveles: federal, estatal o municipal, tengan en su manejo un estilo diferente respecto al anterior o los anteriores. En este caso, el mismo gobierno y el gobernador, han aclarado a los interesados y a la opinión pública, que de ninguna manera, se le dará a esta ley efecto retroactivo. Claro, no lo permite la Constitución general de la República, ni la particular del estado. La opción de apertura al diálogo, establece la prudencia para las partes, de no calificar o descalificar a la otra. Acercando las opciones razonables a la solución de sus diferencias. Porque es muy claro, que muchas veces las negociaciones, suelen resultar ser difíciles, pero, aun así, abren camino a las posibles soluciones.
UN ANÁLISIS SANO
Un análisis sano, es eso, desinteresado e imparcial. Con la buena fe de que no hay conflicto que no tenga posibles soluciones. Este, tiene el recurso legal que es válido. El de la negociación, que también lo es. El primero, es de naturaleza legal, el segundo, de naturaleza política.