De Serbia al Pedregal. Se cumplen 50 años de la llegada a México de Bora Milutinovic para jugar en 1972 con los Pumas del Universidad.
Velibor Milutinovic nació en Bajina Basta, antigua Yugoslavia, el 7 de septiembre de 1944. Está próximo a cumplir 78 años de edad.
Debutó con el OFK de Belgrado en 1959, cuando contaba con 14 años de edad. Militó en el Mónaco y el Niza, entre otros clubes, antes de ser contratado por la escuadra de la Universidad de México.
En el Pedregal jugó al lado de futbolistas de la talla de Miguel Mejía Barón, Héctor Sanabria, Leonardo Cuéllar, Genaro Bermúdez, “Gonnini” Vázquez Ayala, José Luis “Pareja” López, José Luis “Calaca” González, Aarón Padilla y Mario Velarde.
Vestían el uniforme con delgadas rayitas verticales o bien uno liso de color azul con una U mayúscula a la altura del pectoral izquierdo, antes de la aparición del enorme puma diseñado por Manuel “Pajarito” Andrade en la parte frontal de la camiseta.
Eran los tiempos de la dirigencia del inolvidable ingeniero Guillermo Aguilar Álvarez, un hombre recto e inteligente que siempre buscó colocar a los Pumas en los primeros lugares con una combinación de excelentes canteranos y jugadores extranjeros.
Desgarbado, con el fleco despeinado y las medias caídas, era un mediocampista que imprimía dinámica en el medio campo auriazul.
Desde su época de jugador, bullía en Bora el deseo de convertirse en estratega. Tenía una clara idea de la organización táctica de un equipo de futbol.
Es el técnico que más lejos ha llevado a la Selección Mexicana en un Campeonato Mundial, los cuartos de final de la Copa de 1986. El equipo nacional cayó derrotado en penales bajo un intenso calor frente a Alemania en el Estadio Universitario de Monterrey, Nuevo León.
Quíntuple mundialista como entrenador, dirigió también a Costa Rica (1990), Estados Unidos (1994), Nigeria (1998) y China (2002). Dúctil, se adaptó a México, sus costumbres y su lenguaje coloquial. También estuvo al frente de las selecciones de Honduras, Jamaica e Irak.
Conoce perfectamente Catar, la sede del próximo campeonato mundial. A ese país lo visitó por primera vez en una eliminatoria mundialista en el año de 1993.
Algo esquivo, hizo famosa su frase “yo respeto” para pasar de largo ante las críticas y evitar confrontaciones. Sin duda, mucho aportó al futbol nuestro. Yo respeto… a Bora.
