Por Francisco Flores Soria
La mayor fuerza de la Revolución iniciada el 20 de noviembre de 1910 fue del norte a la capital del país y el mismo sentido tuvo la incursión armada en el Territorio de Tepic, hoy estado de Nayarit, pues los contingentes antihuertistas vinieron de Sinaloa.
El general Martín Espinosa Segura, quien había participado en la toma de Mazatlán, capturó la plaza de Tepic para la causa maderista, en mayo de 1911. A sus treinta y un años, el fornido hombre de Escuinapa se convirtió en Jefe Político del Territorio y posteriormente se adhirió al constitucionalismo; en su oportunidad, Venustiano Carranza le formalizó el nombramiento.
Martín Espinosa no estuvo ajeno a la lucha entre facciones revolucionarias y en 1914 participó en la Convención de Aguascalientes, opositora de Carranza. No volvería a figurar tan alto en su carrera político-militar; murió pobre y enfermo en El Rosario, Sinaloa, en 1935.
Por su parte, Rafael Buelna Tenorio, nativo de Mocorito, tras una experiencia como líder estudiantil y periodista, muy joven (nació en 1890) se sumó a las filas maderistas bajo el mando de Martín Espinosa, quien lo nombró Coronel y después, General Brigadier.
En 1913, con 1,300 combatientes, tomó el Palacio de Gobierno en Culiacán y obligó al gobernador Felipe Riveros a pronunciarse en contra de Victoriano Huerta. Al año siguiente, en dirección de Tepic, entabló combate y venció a fuerzas federales en Sauta, municipio de Santiago Ixcuintla.
Tomó sin un solo tiro la capital del Territorio, pues el Ejército gubernamental se retiró a Guadalajara. En la marcha hacia Jalisco, en Ixtlán del Río estuvo a punto de fusilar al general Álvaro Obregón tras acusarlo de liberar indebidamente a oficiales enemigos en Sinaloa.
Tras la caída de Huerta, como su exjefe Martín Espinosa se sumó a las fuerzas de la Convención contra Carranza, luchó al lado de Francisco Villa y fue nombrado Jefe de la División de Occidente, al mando de operaciones en Sinaloa, el Territorio de Tepic y Jalisco. En Ahuacatlán, el 11 de agosto de 1915 casó con Luisa Sarría Escudero; un mes después dejó la causa villista y partió al destierro en Cuba.
Buelna regresó al país en 1919 y poco después combatió la candidatura presidencial de Álvaro Obregón; logró algunos éxitos y en Teocuitatlán, Jalisco, venció a una columna comandada por Lázaro Cárdenas del Río, a quien capturó y perdonó la vida. Continuó su expedición en Michoacán y en enero de 1924, en el ataque a Morelia, una bala acabó con la vida del Granito de Oro; tenía treinta cuatro años.
Distinto fue el destino de revolucionarios nacidos en el Territorio de Tepic, como Esteban Baca Calderón, quien combatió en el estado de Jalisco, llegó a General, fue Gobernador provisional y Senador por Nayarit, y murió en edad avanzada.