Los llamados partidos moleros son enfrentamientos de la Selección Mexicana contra rivales de poca monta que dejan grandes ganancias económicas pero que representan poca utilidad deportiva. En incontables ocasiones en los últimos años, el cucharón de palo se ha sumergido en la enorme cazuela de la que salen más dólares que pipián.

Por lo general se disputan en ciudades de Estados Unidos donde hay una gran cantidad de paisanos. La nuestra es la única selección en el mundo que juega como local en dos países diferentes.

Pero el encuentro de hoy contra la oncena de Estados Unidos no es precisamente molero. La escuadra de las barras y las estrellas ha crecido notablemente en los últimos años y ha derrotado en varias ocasiones al equipo tricolor.

No obstante que el choque es amistoso (no es fecha FIFA), tiene una particular importancia para Diego Cocca, nuevo timonel, cuya gestión ha empezado de manera poco firme, sin aparentes intenciones de renovar la plantilla. El sudamericano llegó al mando sin consenso, es decir, sin el acuerdo de todos los dueños de los clubes, lo cual enturbia de entrada el procedimiento que lo condujo a un sitial tan importante.

Lleva hoy a Phoenix a un equipo secundario, donde llama particularmente la atención la ausencia del Pocho Guzmán, que está realizando un gran torneo con el equipo Guadalajara. Del dopaje positivo de Guzmán han transcurrido cuatro años, así que ese no debe ser un pretexto para prescindir de uno de los mejores jugadores mexicanos de la actualidad.

“De los jugadores ausentes no hablo, me centro en los que sí convoqué”, declaro Cocca hace unas horas, saliéndose por la tangente. Pero resulta que el ausente es el que llama la atención del público y el periodismo. Muchas veces, el protagonista de la nota no es el que está sino el que no está.

Entre avestruces y zapatos

Tras la derrota ante el América -enésima cruzazuleada-, el técnico Ricardo Ferretti salió a decir que sus jugadores no son avestruces para esconder la cabeza y que no está obligado al título porque a fuerza ni los zapatos entran. ¡Cómo no!, Diego Cocca entró con calzador y con los zapatos muy apretados a la Selección, que inicia de manera incierta su camino, libre de eliminatorias, rumbo al Campeonato Mundial de 2026.

Volviendo a la Máquina Cementera, seguramente ya estarán preparando el finiquito del delantero ecuatoriano Michael Estrada, que estuvo a punto de hacerse expulsar en el minuto 1 del Clásico Joven por un codazo a Cáceres, y que finalmente vio la tarjeta roja por un planchazo en la primera mitad que dejó en inferioridad numérica a su equipo.

El América fue harto superior a los azules y se mantiene como uno de los más sólidos candidatos a ganar el título en este primer torneo del año.

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