Por Salvador Cosío Gaona
El huracán Otis se estableció como el más intenso en la era moderna del Pacífico mexicano y rompió diferentes récords regionales y mundiales por la fuerza y velocidad de su intensificación, según informó el gobierno mexicano, a un mes de que el fenómeno impactara en las costas de Guerrero.
Con base en datos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su sigla en inglés), el Centro Nacional de Huracanes (NOAA), y el Centro de Huracanes del Pacífico Central del Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos, Otis estableció récord como la tormenta tropical de más rápido fortalecimiento registrado en el noreste del Pacífico en la historia.
Y es que, según los datos de las agencias estadounidenses, Otis fue el primer huracán categoría 5 que impacta en las costas del Pacífico.
Otis también se posicionó como el 4º ciclón tropical con vientos más rápidos de la historia a nivel mundial y el 2º en América.
A su vez, debido a que sus ráfagas de viento alcanzaron 330 kilómetros por hora, se posicionó como uno de los 15 huracanes más fuertes jamás medidos a nivel del suelo en el mundo.
Actualización de las cifras
Los últimos datos disponibles de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), sobre las afectaciones por el huracán en Guerrero, arrojan que el número de decesos se mantienen en 50, en tanto que hay 30 personas que permanecen desaparecidas.
Para la población afectada, se han entregado 10,092,748 litros de agua potable, 997,566 despensas y 1,933,280 raciones de comida en cinco cocinas de comunitarias, 13 comedores comunitarias y ocho cocinas móviles de la Marina.
Las labores de limpieza ha dado como resultado 252,674 toneladas de basura recolectadas.
Mientras que Conagua informó que hay un avance del 92% de suministro de agua en Acapulco, y Petróleos Mexicanos reportó que el 83% de sus estaciones (67) están en funcionamiento.
Pero pobladores acusan que el gobierno maneja “cuentas alegres” o los famosos “otros datos” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Un mes después del devastador paso de Otis, uno de los huracanes más intensos en tocar tierras mexicanas, los habitantes de Acapulco, ciudad insignia del turismo nacional, temen por su futuro ante la lenta reconstrucción de sus hogares y de la economía local, proceso que podría extenderse hasta el 2025, según algunos líderes empresariales. El Gobierno federal anunció que continuará la asistencia para los más de 250.000 damnificados por el ciclón.
Con el lodo inundando las calles, sin agua y en silencio, así es como el puerto de Acapulco va a recibir el inicio de la época decembrina, una de las más fructíferas para el comercio local en tiempos normales, pero que este año estará marcada por la incertidumbre de sus los habitantes, que siguen sin ver una salida a las devastadoras consecuencias del huracan.
“Acapulco vive solo de tres estaciones: diciembre, que es la más grande para nosotros, Semana Santa y un poco de verano. Diciembre es la más esperada y no nos vamos a levantar,”, lamentó Jesús Zamora, presidente de Infraestructura del Consejo Consultivo de Turismo en la región, quien insiste en que toda la ciudad está “destrozada”.
Lejos de la zona turística, los habitantes de las áreas altas de este puerto del Pacífico mexicano siguen trabajando en la reconstrucción de sus hogares, que quedaron arrasados por los deslaves provocados por Otis, y en la recolección de basura de las calles.
Según las autoridades mexicanas, la población ya ha recogido más de 200.000 toneladas de desechos tras el paso del huracán.
Además, la desconfianza con la gestión y las cifras del desastre que maneja el Gobierno del presidente López Obrador sigue rondando las calles, no solo de Acapulco, sino también de todos los municipios aledaños que fueron golpeados por Otis.
Una de las controversias principales es el número de fallecidos. El Ejecutivo afirma que el huracán causó 50 muertos, pero los habitantes se mantienen escépticos y algunos aseguran que la cifra de víctimas mortales real podría llegar a 300. El mandatario del país ha descartado esos datos, señalando a la oposición política de difundirlos para desacreditar a su Gobierno.
Los esfuerzos gubernamentales siguen
Durante un homenaje oficial para las víctimas del huracán Otis, el presidente mexicano expresó que “viene una etapa nueva” para el puerto de Acapulco, de la mano de su millonario plan para reconstruirlo, mismo que comprende unos 3.400 millones de dólares, dirigidos a la reconstrucción de casas, distribución de víveres, electrodomésticos y apoyos financieros para sector comercial y empresarial.
“No vamos a limitarnos en presupuesto. Hay dinero suficiente, lo que se necesite, no hay techo financiero. Lo que se requiera para rehabilitar Acapulco y mejorar la situación de su pueblo”, declaró López Obrador durante un discurso el pasado 24 de noviembre, con la promesa de que reconstruirá el puerto mexicano “en muy poco tiempo”.
Además, el mandatario mexicano afirmó que ya estaba en marcha un plan de apoyos económicos directos para la reconstrucción de pequeños locales y hogares en los municipios de Coyuca de Benítez y Acapulco, dos de las entidades más afectadas por el siniestro.
Con poco más de un millón de habitantes, Acapulco es uno de los centros turísticos más importantes para México, al dejar ganancias millonarias año con año para el Gobierno federal.
El pasado 25 de octubre, el huracán Otis, de categoría 5, la máxima, arrasó de manera inesperada con la infraestructura del lugar, dañando al menos el 80% de los hoteles y el 95% de los comercios locales.
Aunado a la ola de violencia que ya azotaba a la ciudad antes del paso de Otis, los habitantes se enfrentan ahora al segundo mes de una larga reconstrucción, la cual, de no llegar el apoyo necesario, puede durar años y afectar al sector productivo de uno de los estados más pobres de México.
Cabe recordar que el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que cuando escribió en redes sociales el mensaje de alerta por el paso del huracán “Otis” categoría 5, “pensé en decirlo más fuerte: o sea: ‘Viene cañón’, algo así, pero dije: ‘No, con esto basta’”.
Insistió en que estuvo pendiente de cómo avanzaba “Otis” que en pocas horas cambió de ruta e intensidad.
“Recibí un reporte de las seis (pm), luego otro reporte con esos aviones caza-huracanes hablando de que se iba a intensificar, y puse un mensaje como a las ocho de la noche” en torno a que la madrugada del siguiente día tocaría el fenómeno.
La realidad es que el presidente demoró 28 horas en hablar del tema. 28 horas que pudieron ser claves para adelantar los apoyos y salvar vidas.
@salvadorcosio1