¿Cómo piensa hoy el pueblo? (Segunda parte)

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Por Aquiles Córdova Morán

Son solo algunas muestras que respaldan lo que acabo de decir. Todos los reporteros aclaran que su información está documentada con fotos, videos, audios y declaraciones de testigos presenciales, la mayoría de ellos morenistas inconformes con las maniobras ilegales de que se sienten víctimas y que amenazan con denunciar ante la autoridad correspondiente. Omito aquí, para no hacer demasiado farragoso este artículo, otras maniobras de muy dudosa legitimidad, como la afiliación a Morena de muchos votantes a pie de urna, que exigían votar porque tenían que mostrar la evidencia a sus líderes, so pena de perder la pensión; la prepotencia de algunos poderosos del partido, los golpes, las agresiones verbales, quema de urnas y otras lindezas de la “democracia participativa”.

Y ¿qué educación revolucionaria se dejó ver y sentir en estos eventos penosos? “«No quiero perder mi pensión» dicen adultos mayores que votan en elección de Morena” dice Luis Carlos Rodríguez en EL UNIVERSAL del 31 de julio. “«No nos obligan, pero sí nos comentan que si no participamos y no se mantiene este gobierno en 2024 pueden desaparecer las pensiones. Hay que apoyar para que sigan», comentó don Aurelio, de 75 años. Empacador en un centro comercial de Calzada del Hueso y Miramontes, acudió ayer sábado, como cientos de adultos mayores, a afiliarse a Morena y participar en la elección de consejeros. «La petición fue clara por parte de los dirigentes de Morena en Culhuacán y de las señoritas que nos tramitan la tarjeta de adultos mayores: o participamos o está en riesgo la pensión en 2024. No es acarreo, no lo veo así, pero sí nos insistieron mucho», dijo a EL UNIVERSAL… Sin embargo, el adulto mayor emitió su voto en medio de las viejas modalidades del priismo del pase de lista, del acarreo en microbuses y hasta la velada advertencia de participar o se eliminará la pensión del Bienestar”.

Este es el resultado de la “nueva” educación de la 4T. Humildes y necesitados trabajadores en el umbral de la ancianidad, no alcanzan a ver presión ni chantaje en la insistencia de los abusivos y aprovechados morenistas para que asistieran a votar, ni ven amenaza alguna en la advertencia de perder la pensión, sino solo “advertencia”, casi un favor para ayudarlos a conservar su pensión. Como señala el propio reportero, ni los métodos de presión y manipulación, ni la sumisión de la gente obligada por su necesidad son nuevas, vienen desde los ya remotos inicios del PRI. ¿Dónde quedó, entonces, el efecto educativo-revolucionario de la “democracia participativa”?

Un último y conmovedor ejemplo: “…don Nicolás llegó desde el pueblo de Culhuacán, en los rumbos de Taxqueña. Casi no puede caminar porque, además de sus 85 años, tiene artritis. Fue llevado por su esposa, doña Josefina, de 79 años y su nieta. «No tenemos silla de ruedas y es muy difícil traer a mi abuelito, pero les dijeron que era necesario que voten para que les sigan pagando la pensión», externó Érika, nieta de la pareja”. Uno no sabe realmente qué decir ante la indefensión moral e intelectual de esta pobre gente, que no tiene siquiera la iniciativa de cambiar su voto por una miserable silla de ruedas a los morenistas que la obligan a votar por su gente. ¿Qué pasó, pues, con la rebeldía revolucionaria que les debería inyectar la “democracia representativa” de AMLO? Y sobre esta miseria material y espiritual está montado el aparato de poder que esgrime la 4T como la redención que los pobres estaban esperando.

Como dije antes, la educación política y la acción organizada de las masas trabajadoras no es tarea sencilla; por el contrario, es el problema más difícil que debe enfrentar todo verdadero revolucionador de las conciencias, y no está al alcance de vendedores de baratijas políticas ni de curanderos sociales improvisados. Ese trabajo requiere de un revolucionador previamente revolucionado hasta las entrañas; y nunca puede ser, además, un individuo aislado, por iluminado que se crea. Tiene que ser, por fuerza, un despertador colectivo, la conciencia organizada de las masas formada y educada expresamente para esa tarea y no para saltimbanqui o funámbulo de los señores del poder y del dinero.

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