Golpe de timón a la economía de Nayarit

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Por Ernesto Acero C.

NAYARIT, POTENCIA DE GENTE TRABAJADORA.

El Gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, prepara cambios radicales en el modelo de desarrollo del estado. Un cambio que se traduzca en consistente inversión directa extranjera, nacional o local y en generación de empleos. La rectoría del Estado en materia de desarrollo, la concibe tal como lo hace la Ley Fundamental. Claves de esa concepción tienen que ver con el desarrollo integral y sustentable, con el fortalecimiento del régimen democrático, así como con una más justa distribución del ingreso y la riqueza.

Lo que pretende el Gobernador Navarro es, ni más ni menos, que dar un golpe de timón en materia de desarrollo económico. No es una intención fácil de realizar por diversas razones. Esa es la razón por la que Navarro designó como su Secretario de Economía, a Jesús Pérez López, empresario con motivaciones políticas (no necesariamente partidistas) y que ha asumido el papel de liderazgo de empresarios locales.

De él, el mandatario estatal espera que lo “ayude a construir los círculos virtuosos que Nayarit necesita para que la riqueza se quede en nuestra tierra y para aumentar la inversión como vía de desarrollo”. Es una tarea compleja, complicada; no obstante, Pérez López puede sentar las bases de esa nueva economía para el estado.

Hasta ahora, el modelo que se ha impuesto de facto en el estado, se puede describir bajo los términos de la lógica del caos y de las leyes de la improvisación. En ese orden de ideas, el siglo XX se muestra en breves etapas de atonía económica, de involución y en escasos momentos, de auge o expansión fugaz. Esas inercias deben vencerse mediante la definición de estrategias que consideren el corto y el mediano plazo. Del largo plazo es mejor ni ocuparnos, pues como lo sostuvo Keynes, “En el largo plazo todos estamos muertos”. Lo anterior significa que primero se requiere salir del atolladero.

En la actualidad, el estado de Nayarit aporta el 0.7 por ciento al PIB nacional. Lo anterior resulta algo engañoso, pues a pesar de la expansión económica de Bahía de Banderas, el indicador prácticamente no ha cambiado. No resulta creíble que, si una variable cambia y las otras no, el resultado sea el mismo.

De cualquier manera, procede de entrada una rápida disección de la estructura económica. Los tres pilares de la economía son la actividad turística, el gasto público y el flujo de remesas.

El turismo participa con cerca del 10 por ciento del PIB estatal. Junto con el comercio, construcción y servicios inmobiliarios y de alquiler, representan más del 54 por ciento del PIB local. Esta actividad se concentra de manera relevante en el corredor Tepic, Compostela y, sobre todo Bahía de Banderas.

El flujo de remesas representó el año pasado (2021) la dispersión de más de 17 mil millones de pesos. Al primer semestre de 2022, las remesas han fluido en un monto superior a los 8 mil 200 millones de pesos. Es probable, en esa dinámica, que el total de remesas que se recibe en el estado, iguale o supere las cifras de 2021.

Por su parte, el presupuesto de egresos para 2021, ascendió a más de 23 mil 500 millones de pesos. Para 2022, el presupuesto es del orden de los 25 mil millones de pesos. Lo anterior significa que el año pasado, las familias en Nayarit recibieron en remesas, el equivalente de cerca de un 73% del Presupuesto de Egresos. Para el primer semestre de 2022, un buen número de familias en el estado de Nayarit, ha recibido en calidad de remesas, el equivalente a casi un 33% del Presupuesto de Egresos. Es probable que el volumen de remesas que fluirán al estado al final de este año 2022, supere al del año pasado.

En el caso del turismo, procede asegurar que este sector participa con cerca del 10 por ciento del PIB estatal. Junto con el comercio, construcción y servicios inmobiliarios y de alquiler, representan más del 54 por ciento del PIB local. El indicador no es muy preciso, sino apenas un acercamiento, dado que la información de la producción económica suele fluir al vecino estado de Jalisco o de otras entidades y a la del estado. Lo que no puede dudarse es el peso que representa para la economía del estado y de su potencial. La generación de empleos y el desarrollo material de inversión privada son algunos incentivos de la dinámica demográfica. El crecimiento poblacional de Bahía de Banderas es un indicador de expansión permanente de su economía.

En todo ese contexto, el papel del Gobierno en materia económica es el de “facilitador” de la inversión privada. Ese papel se rige por el principio de rectoría del estado. La rectoría del Estado es fundamental en el régimen democrático. Esa rectoría exige que la inversión pública se traduzca en fomento al crecimiento de la economía, en empleo y, sobre todo, en una justa distribución del ingreso y la riqueza. La rectoría del Estado se debe traducir en crecientes indicadores democráticos de bienestar.

El estado de Nayarit viene de un ciclo largo de atonía y subdesarrollo en la que el Estado no asumió su papel. Recientemente, viene también de una etapa crítica provocada por la presencia nociva de la pandemia de COVID. En esas circunstancias, los retos para dar un giro a la economía del estado, son de proporciones casi olímpicas.

Quizá algunos gobernadores en su momento, intentaron hacer algo por Nayarit: quizás. No obstante, el resultado no ha sido el más deseable. A pesar de la enorme riqueza potencial, Nayarit no ha logrado avanzar en los niveles que podría hacerlo.

El estado de Nayarit es un mar de gente trabajadora. La gente en Nayarit es buena, esforzada, honesta, incluso sacrificada. Muestra de esto, es el trabajo que realizan cientos de miles de nayaritas en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos. Los volúmenes de las remesas que reciben decenas de miles de familias en el estado, nos pueden dar una idea del tamaño del esfuerzo de los nayaritas que han debido salir del estado en aras de un mejor nivel de bienestar.

Un buen número de nayaritas, altamente adiestrados en diferentes disciplinas, han debido buscar oportunidades laborales en estados como Querétaro, Ciudad de México, Nuevo León o Jalisco, entre otros. De los más de 600 mil nayaritas que acceden a un salario, acceden a menos de un salario mínimo más de 189 mil personas y más de 234 mil tienen un ingreso de entre un salario y menos de dos salarios mínimos. Eso significa que cerca de un 70 por ciento de las personas ocupadas, acceden a ingresos menores a los dos salarios mínimos.

A partir de indicadores como ese, se hace evidente en extremo que el estado requiere promover una Nueva Economía, que genere empleos y que lo haga con mayores niveles de ingreso. En Nayarit existe personal dispuesto a prepararse para ofrecer mayores niveles de productividad, para adaptarse a las necesidades de empresas de todo tipo. De esto ya existen ejemplos desde hace varias décadas y para ello solamente menciono el caso de la maquiladora conocida como “Electrónica de Nayarit”. La gente necesita empleo, pero también requiere de mayores ingresos. Por eso se requiere de una nueva economía en el estado.

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