Ser adicto a las drogas y sustancias prohibidas es un grave problema social que genera conflictos al interior del hogar. El adicto, es un ser humano que por causas desconocidas y a pesar del daño físico y psicológico que él mismo se provoca, no deja de consumir sustancias.
El joven Ernesto Iván de apenas 18 años narra que cuando tenía 15 años probó la droga, desde entonces vive en un mundo de fantasía y dolor. Cuenta que la fantasía entra en su mente cuando se encuentra bajo los efectos de la piedra que consume a través de la inhalación.
Asimismo, dijo que el dolor aparece cuando los efectos de consumir la droga ha pasado, sin embargo, dice que no tiene la menor intención de dejar de consumir y a pesar de que no tiene un trabajo fijo asegura que para la dosis de droga no le falta el dinero.
Ernesto asegura que no le gusta robar y es por ello que desde la 8 de la mañana se dedica a limpiar los parabrisas de los vehículos en una de las más importantes avenidas de la ciudad: “No gano mucho, al día llego a juntar entre trescientos y 400 pesos y es lo que utilizo para comprar mi vicio. No le hago daño a nadie, me dedico a lo mío pero no pienso dejar de consumir pienso y quiero morir drogado”.