Como boxeador profesional llegó a ganar varios millones de pesos, en el año de 1988 vivió sus mejores momentos como pugilista al enfrentarse a Rodolfo Batta por el campeonato nacional, cargando con la derrota.
Posteriormente se enfrentó a boxeadores de la talla de Luis Ramón Yory Boy Campas, René Arredondo y Chino Lizárraga, entre otras grandes figuras del boxeo de esa época.
Federico Patito Rentería era el orgullo de la afición nayarita que semana a semana abarrotaba las gradas de la arena Coliseo que se localizaba por la calle León en la ciudad de Tepic para presenciar los combates de box y fue de este local donde un día se le brindó la oportunidad de viajar a la ciudad de México a probar suerte.
Patito Rentería recordó que durante más de 30 años se dedicó al boxeo profesional y aseguró que además de ganar varios millones de pesos como pugilista, se ganó el cariño, el respeto y la admiración del aficionado nayarita: “Y eso vale más que el dinero”.
Comentó que su carrera deportiva logró despegar gracias al apoyo y la promoción de su señor padre, Don Roque Rentería (finado) quien además era su entrenador.
Comentó que en esos años a él la fama le llegó junto con el dinero, lo mismo que infinidad de amigos y hermosas mujeres: “Pero cuando se va la fama se va el dinero y nomas quedan uno o dos amigos y la familia, pero a veces ni la familia se queda a tu lado, todos se van”.
Recordando la época de bonanza, el boxeador nayarita refirió que en más de tres ocasiones él y sus amigos llegaron a cerrar por completo algunos reconocidos bares que aún funcionan en la ciudad de Tepic: “Había dinero, había amigos, todos tomábamos lo que queríamos todos éramos felices, era la época de los halagos, de los aplausos, de los autógrafos, de la fotografía, ahora todo eso es historia”.
Sin embargo, antes de concluir la entrevista Federico Patito Rentería envió un mensaje a los jóvenes deportistas que sueñan con ser figuras en el boxeo profesional: “Luchen por sus sueños, con trabajo, con esfuerzo y dedicación lo van a lograr, pero digan no a las drogas, digan no al alcohol, se vive solamente una vez, no echen a perder sus vidas, déjense guiar por sus entrenadores, por sus padres y aprendan a elegir muy bien a sus amigos”.