“Cualquier tipo de abuso sexual marca la vida de la víctima, no existen argumentos que justifiquen al abusador y deben de ser castigados con todo el peso de la ley, sin importar si el violador es un hombre poderoso e incluso un líder religioso”, declaró Mara Rojo, presidenta de la asociación civil Ser Libre, después de que se diera a conocer a la opinión pública que en el municipio de Acaponeta, un líder religioso fue detenido por abuso de 10 menores de edad en un estado del norte del país.
Mara Rojo explicó que para que la víctima de abuso sexual logre mitigar la pesadilla vivida es necesario brindarle ayuda psicológica profesional por largo tiempo: “Porque un ser humano que sufrió abuso sexual le cuesta trabajo reintegrarse a su vida social, familiar o laboral”.
En este mismo contexto comentó que es necesario aplicar las penas máximas a los violadores: “Porque las niñas y los niños no se tocan, pero, además, se deben de exhibir los nombres y los rostros de los depredadores sexuales, para que la sociedad los conozca y sepa de quiénes se deben de proteger”.
Explicó que en los casos donde los violadores resulten ser líderes religiosos, el castigo para ellos debe de ser ejemplar: “Porque estas personas tienen la capacidad de manipular la voluntad de los menores de edad, y ya es tiempo de terminar con estos degenerados sujetos que se esconden detrás de la fe de los creyentes”.