Monitor Político | Trastornos mentales en ascenso

México sufre este problema. Primer lugar como carga de enfermedad.

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Por Julio Casillas Barajas

En México, como en otros países, se ha observado un incremento de los trastornos mentales entre la población general. Las mujeres, presentan una prevalencia de depresión del 6.5% (en el último año), padecimiento que ocupa el primer lugar como carga de enfermedad, mientras que en los hombres es el consumo de alcohol la lacra más señalada.

Para mejorar en ese terreno, las autoridades promueven la inclusión en todas las políticas y las alianzas multisectoriales; el trabajo aquí, es la disponibilidad, accesibilidad y la calidad de los servicios comunitarios sobre la salud mental. Desde luego, la importancia actual radica en la promoción y prevención de la salud sin descuidar estas facetas.

Sabemos que la salud mental es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno socio-cultural que los rodea, incluyendo el bienestar emocional, psíquico y social; cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés.

VIVIR EN COMUNIDAD

Desde luego que hay influencia de la política en la salud mental: ésta es directa, simplemente por el hecho de que debemos vivir en comunidad. Dicho efecto se acentúa si la persona tiende a exponerse a estas cuestiones a través de los medios de comunicación o de las redes sociales, especialmente en los últimos tiempos.

Por otra parte, entre las consecuencias de la violencia social o política (de género, por ejemplo) se cuentan la depresión, los trastornos por estrés postraumático, los trastornos límite de la personalidad, la ansiedad, el abuso de sustancias, los trastornos del sueño y la alimentación, y el suicidio. En síntesis, ser víctima de violencia de género te hace ser más vulnerable a padecer trastornos de salud mental como ansiedad, depresión, trastornos adaptativos, estrés postraumático, adicciones, trastornos de conducta alimentaria, etc.

SE TRANSFORMA NUESTRA VIDA

Según los expertos, son muchas y diversas las formas en las que los problemas sociales afectan nuestras vidas. Y para hacer algo al respecto primero es importante conocer algunas de ellas: aumenta la violencia que cada persona siente y vive tanto al interior de su ser como hacia las personas con quienes convive a menudo o incluso aquellas a las que sólo se encuentra de manera casual en algún espacio público. Se debilita la conexión con el mundo, de modo que disminuyen nuestras ganas de convivir, llegar a acuerdos, entender al otro y construir a partir del respeto por las diferencias y la celebración de las semejanzas. Merma el tejido social, lo que debilita las redes de apoyo comunitarias que sirven para exigir cambios, protestar por injusticias y luchar por establecer modos más sanos de relacionarse.

A su vez, estas consecuencias llevan, en mayor o menor medida, a cada persona al aislamiento y a sentir poca empatía, angustia, soledad, así como a estar propenso a ceder ante distintos factores de riesgo. Y este es un problema actual en todas las sociedades.

RETOS DEL SISTEMA DE SALUD

Entre los desafíos que tiene el sistema de salud mexicano para contribuir al bienestar mental de las personas destacan los siguientes: aumentar el presupuesto, hasta ahora nulo o escaso, para políticas públicas de psicoeducación no sólo reactivas sino preventivas; asociar la salud mental a las crisis sociales; es decir, entender que las distintas violencias y problemas (pobreza, desigualdad, racismo, clasismo, misoginia, cambio climático, pandemia, etcétera) que se manifiestan en el país afectan no sólo física sino mentalmente a quienes las viven. Además, es necesario ampliar el acceso a servicios de salud mental, ya que es todavía más complicado que el de la salud de otras partes del cuerpo, por lo que no todas las personas tienen el tiempo, la paciencia o los recursos para esperar su turno o asistir a centros y servicios especializados de alto costo. En ese sentido, los adolescentes requieren más información y herramientas, desde los espacios públicos como los escolares, para entender por qué es importante su salud mental y cómo pueden cuidarla.

REDES SOCIALES E INTERNET

El uso desmedido de las redes sociales ha sido asociado con un incremento en la aparición de trastornos de sueño, ansiedad, depresión y problemas de autoestima, sobre todo en los más jóvenes, personas con edades comprendidas entre 16 y 26 años. En el campo de la salud, los medios de comunicación son fundamentales, pues a través de una participación activa y consciente de la comunidad, logran fomentar el autocuidado de la salud, difundir información sobre esta y aumentar la concienciación sobre aspectos específicos de la salud individual y colectiva. Sin embargo, entrañan exceso de información, desinformación, perversión noticiosa y malas influencias que afectan el estado de salud de las personas. El bombardeo de anuncios durante los procesos electorales o los excesos políticos diarios, son dañinos en tanto las personas no se enseñen a administrarlos, usarlos de manera útil o sumarlos para bien, a su vida diaria.

ENHORABUENA.

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