Volantín | Ana le perdió amor al deporte y se dejó llevar por el oro

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Por Salvador Cosío Gaona

“Ana Guevara fue una de las atletas más destacadas que ha tenido México, el que se convirtiera en la titular de Conade significaba que por fin llegaría a ese puesto una persona que entendería las necesidades de los deportistas e impulsaría el apoyo necesario para alcanzar mejores resultados; sin embargo, sus acciones han estado en el ojo del huracán y sus erráticas respuestas ante los problemas que enfrenta sólo han acarreado críticas y cuestionamientos.

Para entender por qué se encuentra en esta posición es importante aclarar que existe una espesa burocracia detrás del deporte en México y que las federaciones deberían estar más controladas y reguladas, pese a estas trabas su dependencia es investigada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que detectó irregularidades en 377 millones de pesos y algunos funcionarios ya fueron separados de sus cargos”, señala el periodista José Alberto Molina en colaboración para El Economista. 

 Para desgracia del deporte mexicano, pero particularmente de los deportistas de nuestro país que se preparan toda una vida para alcanzar sus metas de llegar a participar rn competencias de talla internacional, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) es tutelases por una ex atleta, -orgullo nacional por sus destacadas participaciones en justas internacionales- quien se ha revelado como la peor enemiga del deporte en México, y me refiero a la polémica y quizá uno de los personajes más odiados actualmente en el país, Ana Gabriela Guevara.

 La corredora de pista debe ser quizá la más inoperante, ineficaz y la más señalada por los mexicanos como indigna dirigente del fomento deportivo en el sector gubernamental de la historia mexicana, principalmente porque habiendo sido ella atleta y habiendo recibido los mayores apoyos, ella se los ha venido negando a las nadadoras y los nadadores que participan con la representación del seleccionado mexicano. 

 Y no contenta por cargar el fardo del señalamiento de malos manejos o al menos quizá por decirlo de una manera menos severa ‘el señalamiento del desorden administrativo’ por cómo lleva las finanzas del Consejo, ahora Ana Gabriela Guevara nos ha mostrado su peor cara -y vaya que son muchas- al no solamente haber fallado incumpliendo su responsabilidad como funcionaria y más como deportista al menoscabarle o hacer nulo el respaldo a las integrantes del seleccionado mexicano de natación.

 Todo este asunto lleva ya mucho tiempo y se sabe que es un tema político-deportivo el que tiene, por decirlo coloquialmente, “montada en su macho” a la exdeportista sonorense, quien negó toda clase de apoyos a las representaciones mexicanas que recientemente acudieron al mundial de la especialidad en Egipto, habiendo resultado con cuatro medallas, una de ellas la de oro que obtuvo el equipo femenil de nado sincronizado, un conjunto que previo a su participación ya se había ganado el respeto y cariño de los mexicanos tras darse a conocer que vendían trajes de baño para costearse sus gastos en el mundial (los que les negó el gobierno de López Obrador). 

 Ese rechazo y desprecio  por parte de autoridades federales mexicanas prevalece, pues no obstante haber triunfado, colgarse el oro, y obtener su pase para acudir a la siguiente justa mundialista de natación, las chicas siguen sufriendo de ese nulo respaldo debiendo ser empresas privadas las que están ofreciendo los apoyos así como la propia sociedad civil organizada.

 En tanto, Ana  Guevara se burla, se mofa de estas  jóvenes atletas mexicanas, y ahora en el medio del reclamo globalizado su respuesta en lugar de ofrecer una disculpa y comprometerse a resarcir los daños o a remunerarles de alguna manera por la falla gubernamental, se muestra altanera, egoísta, inhumana, insensible y prepotente y les aconseja ahora vendan Tupperware o Avon. 

“Quieren seguir vendiendo trajes de baño, adelante, que se pongan a vender Avon o Tupperware o lo que quieran”.

“Son unas mentirosas. Es alevoso decir que el Estado ni la Conade no las apoya”, lanzó Guevara sobre las declaraciones de las nadadoras, quienes sí agradecieron el apoyo a Elías Ayub y la empresa a su cargo.

 Ana Gabriela Guevara fue una ganadora y en su momento hizo muy felices a los mexicanos, pero parece que le perdió el amor al deporte y se dejó conquistar por el dinero. 

 Fue una buena atleta pero es una pésima funcionaria pública y más aberrante dirigente y líder del fomento deportivo del sector público, fallando a sus principios y valores morales y éticos porque Ana Guevara se ríe y dice que le vale  sorbete que vendan equis porque no van a ser apoyadas, no les han entregado dinero y no lo hará porque según ella, incurriría en una ilegalidad. 

 El presidente de la República, quien primero cacareó el triunfo del equipo mexicano y afirmó las sirenas recibían apoyos de la SEDENA, se vio obligado a recular por la presión de la gente que no le aceptó la historia de los apoyos del ejército.   En los últimos días, hay que decirlo, al menos aceptó hay una falta de respaldo y de capacidad de la CONADE, aunque López Obrador defendió a la directora, Ana Gabriela Guevara, ante los señalamientos por la falta de apoyo hacia deportistas mexicanos, y aseguró que hay una campaña en su contra; “los medios magnifican la situación, y hacen nado sincronizado”, apuntó.

 Ana Guevara se envalentona, se sabe protegida por el presidente y dice y que le vale sorbete si las nadadoras venden calzones Avón o Tupperware. ¿La buena noticia? Hay empresas que han salido al quite como las señaladas Tupperware, Avon, y Aeroméxico. ¿La mala? Seguirá en su puesto al frente de CONADE, pues no importa que sea corrupta, mala administradora, voluble,  prepotente, ineficiente, cínica y/o desvergonzada. Al parecer, cubre los requisitos para estar bien con el presidente López Obrador. 

 Por todo lo anterior, Ana Gabriel Guevara debe rendir cuentas, es necesario se le investigue, y se le lleve a tribunales judiciales por la presunta corrupción que existe en la CONADE y que se le solicite la renuncia por su  ineficiente y negligente labor al frente del deporte en México.  

 Opinión.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1

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