Originario de Ciudad Obregón, Sonora, huérfano de padre después de que su madre decidiera unir su vida a otro hombre a la edad de 10 años, Orlando Salido Rivera tomó una decisión que lo marcaría de por vida: acudió a un gimnasio de box profesional, con el sueño de salir de pobre.
Recuerda que el hambre que todos los días sentía, lo motivó a cumplir su sueño de convertirse en campeón mundial y ganar millones de pesos: “Se podía ganar millones de dólares”.
Fue a la edad de 15 años cuando se le brindó la primera oportunidad de demostrar en los encordados sus cualidades boxísticas, recuerda que esa ocasión salió con el brazo en todo lo alto en su natal Ciudad Obregón.
Al terminar el evento, cuando ya se encontraba en los vestidores, el promotor le entregó en sus manos la cantidad de 400 pesos como pago.
Pero fue años después, tras derrotar por la vía del nocaut a sus rivales deportivos, que el nombre de Orlando Siri Salido empezó a llamar la atención de promotores de otros estados de la república.
Poco a poco le llegaron al boxeador sonorense las oportunidades para demostrar arriba del ring que tenía madera de campeón.
Sin embargo y después de varios combates, Orlando sentía que no había una buena recompensa al sacrificio que todos los días realizaba cuando acudía al gimnasio para entrenar.
Por ese motivo, un día decidió dejar el boxeo para siempre y emigró a los Estados Unidos para trabajar como obrero y nunca más volver a subir a un ring.
Pero contrario a lo que esperaba, cuando ya se encontraba laborando en los Estados Unidos, recibió una llamada telefónica de parte de un promotor estadunidense que lo invitó a participar en una cartelera que se llevaría a cabo en la ciudad de Las Vegas.
Para que aceptara el combate le ofrecieron un pago de 3 mil dólares, pero él dijo que no boxearía más y ante la negativa, los organizadores del evento insistieron para subiera a pelear a cambio de 5 mil dólares, se enfrentaría a un boxeador que en apariencia era mejor que el sonorense.
Orlando Siri Salido refirió que ya estando arriba del ring vio a su oponente tan alto como a Michel Jordan, pero a pesar de tener todos los pronósticos en su contra, esa noche se fajó al tú por tú y al término de la pelea obtuvo la victoria que le catapultó al estrellato deportivo.
Refiere que el boxeo le dio grandes satisfacciones como deportista y como ser humano llegó a sentir el cariño y respeto de la afición.
Puntualizó, que después de convertirse en campeón mundial logró ofrecerles a su esposa e hijos la vida que él desde niño soñó.
