Morena se encuentra en una de las etapas más decisivas de su historia. En menos de 10 años, el partido político fundado principalmente por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha convertido en la fuerza hegemónica a nivel nacional. En Nayarit, una entidad que históricamente ha demostrado una tendencia de voto hacia el partido en el poder, pareciera tener todo resuelto para las elecciones 2024, no obstante, la amenaza de un conflicto interno pudiera complicar la historia en los próximos comicios locales.
En Sierra de Picachos número 20 del fraccionamiento Jardines de la Cruz, en la ciudad de Tepic, son conscientes de ello. Desde ahí, Zaira Noemí Iturbe Quirarte, presidenta estatal de Morena desde agosto de 2022, abre sus puertas a la militancia y medios de comunicación, para conocer más a fondo sobre el trabajo que realiza al interior del partido.
Con una figura que contrasta a los liderazgos nacionales de la mayoría de partidos políticos, Zaira Iturbe se muestra institucional en todos los aspectos. Sin buscar protagonismo, demuestra gran capacidad para la conciliación y un apego a la política tradicional, de la que llega a sus electores con labores de campo y no a través del mundo virtual.
“Más que un ego personal, yo siempre he caminado por un pueblo, la importancia de trabajar por el pueblo, no representa mi importancia personal de salir a la existencia de un mundo, de verdad… al principio batallé un poco, porque no soy una mujer que va de la mano de una foto, yo fui una luchadora social, cuyo trabajo fue batallar contra las injusticias, pero nunca por una foto o por pedir algo para mí, cuando trabajas de la manera correcta, el egocentrismo lo alejas y te dedicas a hacer la parte que te toca, que en nuestro caso es consolidar el proyecto de la Cuarta Transformación”.
Desde su elección como líder estatal, Iturbe Quirarte ha sido cuestionada por múltiples facciones no solamente de su partido, sino de fuerzas aliadas. La respuesta de la dirigente estatal de Morena, ha sido apostar a la conciliación con los comités municipales, hoy llamados Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, a quienes reconoce como una pieza fundamental de cara a las elecciones de 2024.
“Tenemos ya tiempo en territorio, estamos trabajando con enlaces, coordinadores de demarcaciones, coordinadores de seccionales y estos comités que se integran por un grupo de 10 personas que lideran sus colonias y sus seccionales, que apoyan todos los trabajos que vienen en puerta para el 2024, es la estructura firme que trabajará con aquel liderazgo que sea escogido como candidato”.
En las elecciones de 2024, en Nayarit se renovarán los 30 curules al interior del Congreso del Estado, así como las presidencias de los 20 ayuntamientos de la entidad. Actualmente Morena cuenta con 15 legisladores liderados por la diputada Alba Cristal Espinoza Peña, además de gobernar junto a sus aliados 17 municipios, entre ellos Tepic, capital del estado gobernada por Geraldine Ponce Méndez. Además, los nayaritas participarán en la elección federal para elegir al nuevo presidente de la república, comicios para los cuales Morena cuenta con cuatro aspirantes: Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila.
Hace unos meses, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, también de extracción morenista, anunció su apoyo al proyecto presidencial de Adán Augusto López, respaldo al que se sumó la líder del Congreso del Estado y un grupo de al menos 13 alcaldes del partido guinda. Sin embargo, en la capital del estado, decidieron remar contra corriente y la propia alcaldesa Ponce Méndez solicitó licencia durante casi dos meses, para convertirse en la coordinadora estatal del proyecto de Claudia Sheinbaum.
Estas decisiones han sido tomadas por la presidenta estatal de Morena como prueba de la pluralidad que existe en el partido, además de que en su opinión el hecho de que su organización tenga cuatro perfiles presidenciales de gran trayectoria política es algo para estar orgulloso. Sin embargo, deja en claro que, como líder de partido, Zaira Iturbe se mantendrá al margen, respetando las preferencias de la militancia.
“Tenemos que trabajar de una forma muy institucional y no abrirnos con ninguno de los cuatro, por el respeto que tenemos, tanto a los aspirantes, como a la propia militancia que tienen sus corazones repartidos en cada uno de ellos, por lo que creo que sería incorrecto por nuestra parte abrir una línea de trabajo, cuando definitivamente el pueblo elige y este 6 de septiembre, caminaremos juntos con él o la persona electa en la encuesta”.
No es la primera vez que Morena enfrenta una coyuntura que amenace su unidad. En las elecciones de 2021, el entonces delegado estatal de los Programas para el Desarrollo en el estado de Nayarit, Manuel Peraza Segovia, buscó a toda costa convertirse en el candidato a gobernador del partido guinda en la entidad, por lo que incluso convenció al entonces dirigente estatal del partido, Daniel Carrillo Arce, de apoyarlo. Mientras tanto, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) cobijaba a Miguel Ángel Navarro.
Lo anterior generó una disputa interna que llevó al propio exdirigente estatal de Morena a cuestionar el método de elección de candidatos y amenazar con deshacer todo acuerdo de alianza con el PVEM. No obstante, al final del día, la decisión de la dirigencia nacional fue firme y se eligió como ganador de la encuesta al entonces senador con licencia Navarro Quintero.
A principios de 2022, Carrillo Arce presentó su renuncia, lo que originó un nuevo proceso interno en Morena para elegir a la nueva dirigente, en el cual se destacó la victoria de Zaira Iturbe, como una de las candidatas más votadas no sólo en Nayarit, sino a nivel nacional, colocando en sus hombros como principal objetivo garantizar la unidad del partido, lo cual afirma sólo se logrará con una organización sólida, así como con una estructura comprometida a capacitarse.
“Para mí el principal reto que tenemos es la buena organización, sí estamos bien organizados no hay nada que no se pueda ejecutar de manera correcta, seguiremos caminando en unidad, haciendo estructura hacia una organización que nos lleve a consolidar un proyecto real para 2024. Otro de los mayores retos es que no estábamos acostumbrado a capacitarnos, ahora como partido nosotros tenemos cursos de capacitación, aquel que aspire debe tener el curso de capacitación política básica, eso es un reto porque no estábamos acostumbrados”.
Asimismo, Iturbe Quirarte pide a la militancia que busca ser candidata, analizar si realmente se encuentra preparada para asumir un puesto de representación popular, pero sobre todo confiar en el método de elección, en el cual afirma el pueblo es quien tiene la última palabra.
“Hay gente que aspira algo, pero creo que es muy importante saber primero que somos, si realmente podemos con ese cargo, si hemos trabajado por un pueblo, si un pueblo realmente va responder, yo lo he dicho siempre, Morena no pone candidatos, lo candidatos los elige un pueblo, el pueblo decidirá quién es, y en ese proceso es dónde debe existir una unidad porque al final de cuentas muchas veces es la imposición, lo que molesta al pueblo y es lo que ocasiona golpeteos internos”.
La figura institucional de Zaira Iturbe parece ser un acierto por parte de los consejeros de Morena. Si bien su imagen puede lucir gris para el colorido mundo actual que se rige por la popularidad en redes sociales, en territorio parece sentirse cómoda. Demuestra compromiso para un proyecto y un partido que aunque no ha dudado en cuestionar su liderazgo hoy la ve como su dirigente legitima. Sin embargo, para este 2024 tendrá que dar muestra de toda su capacidad política, no sólo para mantener la unidad del partido, sino para evitar ser devorada en las negociaciones con fuerzas políticas aliadas, cuyos liderazgos en trayectoria muestran una mayor consolidación y experiencia.