Reparadores de calzado en Tepic siguen dando la batalla ante las tiendas departamentales, que ofrecen créditos y facilidades de pago en este producto, lo que propicia que los ciudadanos dejen de lado, como segunda opción, la reparación del calzado.
Con más de 28 años de servicio en el remiendo de calzado, Blanca Estela Pérez, quien atiende un establecimiento en el ramo sobre la calle Victoria de esta ciudad, sostuvo que de diez años a la fecha ha disminuido bastante el trabajo y servicio que presta: “Yo considero que no se trata de la economía, si no que se abrieron muchas tiendas en las que les dan facilidades de pago, o sea muchos sin intereses, desde luego que hay personas que dicen sí, sí es bueno mi zapato pero mejor lo cambio que reparar, mejor saco otros porque los voy a pagar poco a poquito, aunque el costo sea un poquito más alto.
“Antes, por ejemplo, yo llegué a pintar hasta 24 o 26 pares de calzado en un día, ahora ya nada más son de cinco a seis pares a lo mucho, entonces es bastante lo que ha bajado. El zapato ya no sirve, lo traen a reparar, es chino o es sintético o no sé qué sea pero no sirve, si la gente a veces lo desea arreglar pero ese zapato ya no tiene remedio, porque si lo hace uno queda un trabajo tosco y feo y ya no está agradable a la vista porque hablamos de un material que se desbarata”.

Sostuvo que para poder sobrevivir en el mercado, ha sido necesario adaptarse a las nuevas exigencias y a los tiempos por lo que ha sido necesario adoptar nuevos servicios que nunca imaginaron prestar.
“Como reparadora tiene uno que evolucionar e innovar, ahora ya le mete uno lo que es costuras, bastillas, o por ejemplo trabajos que antes no hacía uno, ya tiene más tiempo para hacerlo, por ejemplo realizamos la reducción de número, es decir de un número diez a un siete, son trabajos laboriosos que entretienen, y eso es lo que se ha estado un poquito metiendo más de trabajo; forro de tacones, pintura de bolsas, cintos, cambio de asas en las bolsas, cambio de forro incluso en las bolsas de dama, reducción o aumento de tubo en las botas, en fin lo que se pueda para seguir vigentes en lo que pida el cliente”.
Blanca Estela confirmó que a pesar de atravesar por esta situación que los deja en una amplia desventaja, la reparación de calzado sigue siendo negocio siempre y cuando se sepa trabajar en ella: “Porque yo creo que ningún negocio es negocio si no se le pone empeño, o si no se demuestra profesionalismo, lo importante es ofrecer el mejor trabajo en el que los clientes queden satisfechos; que los trabajos estén en tiempo y forma, bien hecho para que todos se vayan contentos y satisfechos; cuando lo recomiendan a uno se siente halagado y ya con que le digan a uno me recomendaron se da uno por pagado”.