Por Fernando y Misael Ulloa
Desde la segunda quincena del mes de enero, la venta de carne de res y cerdo disminuyó de forma alarmante en las carnicerías ubicadas en el Mercado Juan Escutia ubicado en pleno Centro Histórico de la capital.
Tablajeros del emblemático lugar, coincidieron en señalar que las amas de casa tepiqueñas dejaron de adquirir carne de res y cerdo por la falta de recursos económicos.
Sobre el tema, el señor Rigoberto López comentó que a pesar de que la carne es un producto de primera necesidad para la alimentación del ser humano, en muchos hogares no se consume porque no hay suficiente recurso.
Resaltó, que otro de los factores que afectaron la venta de carnes fue la temporada de Cuaresma, que por tradición durante los fines de semana las familias católicas no consumen carne.
Puntualizó que a pesar de que durante la época de Cuaresma el precio del pescado robalo se eleva a más de 220 pesos y el kilo de carne es de 180 pesos, el consumidor prefiere llevar a su mesa productos del mar.
Por su parte el señor Cristian Enríquez Alba, con más de 30 años de ejercer el oficio de tablajero, aseveró que por tradición durante la temporada de Cuaresma, las familias capitalinas dejan de consumir carnes y se inclinan por comprar pescado y camarón: “Y qué se puede hacer ante esta situación, nada, hay que esperar mejores temporadas”, comentó.