En los últimos años, el estado de Nayarit se ha enfrentado a una creciente amenaza que pone en peligro la integridad de sus ecosistemas: los incendios forestales. Esta crisis ambiental no sólo ha generado preocupación a nivel local, sino que también ha suscitado alarma a nivel nacional, debido al aumento alarmante en la magnitud y frecuencia de estos desastres naturales, no sólo en Nayarit, sino en todo el país.

En un análisis de los informes proporcionados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), se puede comprender mejor la gravedad de la situación y la urgencia de tomar medidas para abordar este problema en el estado.
En el año 2020, Nayarit se encontraba entre las entidades afectadas por incendios forestales, registrando 70 eventos que arrasaron 11 mil 740 hectáreas de terreno. Aunque estas cifras no situaron al estado en los primeros puestos a nivel nacional en términos de superficie afectada, sembraron las primeras semillas de preocupación sobre la amenaza creciente que representaban estos desastres para la región. De estas hectáreas, aproximadamente ocho mil 258 correspondieron a áreas herbáceas, evidenciando la vulnerabilidad de los ecosistemas frente al fuego.

Sin embargo, el año siguiente, en 2021, las llamas se desataron con aún más violencia, consumiendo un total de 36 mil 843 hectáreas, el triple del año anterior, en 103 incendios, lo que catapultó a Nayarit al sexto lugar a nivel nacional en términos de superficie afectada. Este drástico aumento en la magnitud de los incendios forestales se reflejó en el tamaño promedio de los mismos, que ascendió a 358 hectáreas por evento, resaltando la creciente gravedad de la situación.

El 2022 no trajo consigo el tan ansiado respiro, ya que Nayarit volvió a ocupar el sexto lugar a nivel nacional en términos de superficie afectada por las llamas, con un total de 50 mil 425 hectáreas devastadas en tan sólo 98 incendios. Cada incendio, en promedio, afectó 515 hectáreas, una cifra que representa unas 27 veces el tamaño del Parque La Loma, uno de los pulmones del centro de la ciudad de Tepic.
La mayoría de estas áreas, específicamente 36 mil 714 hectáreas, eran de vegetación herbácea, indicando un impacto significativo en los ecosistemas naturales de la región, cabe resaltar que este año (2022), fue catalogado como uno de los más secos según los reportes de la Comisión Nacional del Agua.

El año 2023, la situación no mostró signos de mejoría, al contrario, Nayarit experimentó un total de 167 incendios, consumiendo un área total de 90 mil 900 hectáreas. Esta cifra representó casi el doble respecto al año anterior, hecho que posicionó al estado en el cuarto lugar nacional en áreas afectadas por el fuego al cierre de ese año, es importante tener en cuenta que la temporada de estiaje en la zona serrana de Nayarit no propició la disminución de los voraces incendios.

En este 2024, hasta el último reporte, Nayarit ha registrado 31 incendios con un total de cinco mil 120 hectáreas consumidas hasta la última fecha de corte del reporte semanal de la Conafor (del 26 de abril al 02 de mayo) lo que ha llevado a Nayarit a colocarse en el décimo lugar nacional de entidades con mayor superficie afectada en lo que va del año.
En la reciente semana siete incendios devoraron ocho mil 193 hectáreas, marcando al estado como la peor semana en cuestiones de estos desastres, en la que, desafortunadamente, Nayarit se coló, de nueva cuenta, en el tercer lugar nacional semanal de entidades más dañadas por el fuego.

De todos los incendios ocurridos en el estado, el ocurrido en Puerta de Lleguas, La Yesca, ha sido el más devastador, ya que desde su inicio hasta el día 5 de mayo en que fue liquidado, consumió tres mil 780 hectáreas, esto equivaldría a más de 203 veces el tamaño del parque de La Loma de Tepic.

En medio de esta devastadora realidad, emerge una verdad alarmante: la mayoría de los incendios en Nayarit y en todo México son provocados por actividades humanas. Según datos de la Conafor, el 38 por ciento de los incendios son causados por actividades ilícitas, seguidas por actividades agrícolas con un 18 por ciento y actividades pecuarias con un 11 por ciento. Estas cifras subrayan la urgente necesidad de abordar y prevenir las acciones humanas irresponsables que están llevando a la devastación de los valiosos ecosistemas del estado y el país entero.
Ante esta creciente crisis ambiental, enfrentar los incendios forestales se ha vuelto una tarea crucial para las autoridades y la comunidad nayarita. Por ello, el número de combatientes se ha incrementado año con año, pasando de mil 953 combatientes en el 2020 a tener nueve mil 739 en el 2023. Pero no sólo los combatientes expertos se han incrementado, la participación de voluntarios preocupados por el ambiente creció bastante pues de 124 voluntarios en el 2020, se registraron mil 752 en el 2023, más de 14 veces los registrados en el 2020, hecho que sin duda demuestra la preocupación por este problema.
La protección y conservación de los valiosos recursos naturales del estado son fundamentales para preservar la riqueza ecológica y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras. Se requiere un enfoque integral que aborde las causas subyacentes de los incendios forestales y cuente con el apoyo decidido de toda la sociedad para mitigar su impacto devastador.
La problemática de los incendios forestales en Nayarit y en México es un llamado urgente a la acción. Se necesitan más acciones preventivas y estrategias de gestión efectivas para proteger nuestros bosques y prevenir futuras catástrofes. Es hora de unir fuerzas, mostrar resiliencia y trabajar juntos hacia un futuro más seguro y sostenible para nuestra tierra y nuestras comunidades.