Para los amantes del deporte, el domingo 14 fue un día de comida en abundancia concentrada en la cocina española ―con platillo doble― y cocina argentina…
Con una anticipación de varios días ―desde el martes y miércoles en el caso de la Eurocopa y de la Copa América y desde el viernes en el caso del Torneo de Wimbledon― se conoció el menú: España vs Inglaterra y Argentina vs Colombia en el “fussball” y Carlos Alcaraz vs Novak Djokovic [2] en el “deporte blanco”…
Apenas un poco después de “romper el alba” en tierras nayaritas inició el maratón con el partido de la final individual masculina en la Cancha Central del “All England Club” de Londres entre el tenista español de 21 años clasificado en el número 3 de la ATP y el serbio de 37 años y número 2.
El día anterior, se había disputado la final individual femenina entre la checa Barbora Krejcikova [31] y la italiana Jasmine Paolini [7] que concluyó con el triunfo en tres sets [6-2, 2-6 y 6-4] de la tenista de República Checa [o Chequia] y, después de concluido el partido entre Alcaraz y Djokovic, se disputaría la final de dobles mixtos a la que accedió la pareja mexicana de Santiago González y Giuliana Olmos y que perdió en dos sets [4-6 y 2-6] frente a la pareja formada por el polaco Jan Sielinski y la taiwanesa Su-Wei Hsieh.
Recordando el pánico escénico sufrido por el tenista murciano en el segundo enfrentamiento entre ellos en las semifinales de Roland Garros en 2023 y teniendo en cuenta el mejor desempeño de Nole en el camino hacia la final, temí [sic] que la experiencia vencería al arrojo juvenil…
Sin embargo, desde el primer juego del primer set, Alcaraz inició un desempeño cercano a la perfección que mantuvo a lo largo de gran parte de los tres sets que necesitó para vencer de manera contundente al único sobreviviente de los “tres grandes”: 6-2, 6-2 y 7-6 en muerte súbita después que Djokovic logró romper el saque del español cuando este tenía un “match point” triple con el marcador a su favor 5-4 y, aunque este valioso triunfo no le sirvió para subir al segundo lugar en la clasificación y, mucho menos, para recuperar el número 1 que ya tuvo en su poder, constituyó una muestra de la madurez que ha alcanzado a su corta edad y la obtención, por segundo año consecutivo, del torneo más importante del tenis mundial y el único que se mantiene fiel a la tradición del blanco en la vestimenta de los participantes…
Al filo del mediodía ―hora del Pacífico mexicano― se dio el silbatazo inicial de la final de la Eurocopa Alemania 2024 en el Estadio Olímpico de Berlín, a la que la “Furia española” llegaba como la oncena que mejor desempeño había tenido, como la selección que ―de manera un tanto inesperada y sin renunciar a ese modelo de juego que tantas satisfacciones le había dado ya― venía jugando no solo mejor, sino de manera más agradable y, a diferencia de lo mostrado en Catar 2022, demostrando contundencia frente al marco contrario, lo que le hizo llegar a la final con 13 goles a favor y solo 3 en contra y habiendo dejado en el camino a tres campeonas del mundo: Italia en la fase de grupos; Alemania y Francia en cuartos de final y en semifinales respectivamente.
Su contrincante ―la selección inglesa―, por su parte, habiendo sido señalada como una de las principales candidatas a obtener el título en disputa ―rompiendo con ello un ayuno que se remonta hasta la Copa del Mundo de 1966― llegaba a la final después de mostrar un desempeño muy inferior a las espectativas que despertaba, entre otras cosas, el contar con los mejores jugadores de tres de las principales ligas europeas: Jude Bellingham de “La Liga”, Harry Kane de la Bundesliga y Phil Foden de la “Premier League”, mostrando apenas algunas “pinceladas” de buen futbol, entre las que se podrían destacar “la chilena” de Bellingham al minuto 90+5 en su partido de octavos de final contra Eslovaquia y el gol de Ollie Watkins al minuto 90+1 en el partido de semifinales contra la selección de Países Bajos.
Como suele venir sucediendo en tiempos recientes, el que estuviera en disputa la obtención de la copa, tornó el partido especulativo incluso en el caso de “La Roja” y sería hasta el inicio del segundo tiempo que llegaría el primer gol del partido, anotado por Nico Williams [uno de los dos extremos brillantes de la oncena hispana junto con Lamine Yamal, el adolescente de 17 años cumplidos la víspera de la final nombrado el mejor jugador juvenil de la Euro].
El cuestionado timonel inglés introduciría los ajustes que creyó necesitar para empatar y, de ser posible, revertir el marcador en contra y así, al minuto 73, Cole Palmer ―quien había ingresado al campo tres minutos antes― logró empatar el marcador, solo para que Mikel Oyarzabal ―quien también había entrado de cambio por Álvaro Morata minutos antes― consiguiera el gol que le daría a la selección española su cuarta Eurocopa, tal vez la menos esperada de todas, porque, al inicio del torneo, si bien España era considerada entre las posibles ganadoras, no estaba considerada entre las principales candidatas debido a la juventud e inexperiencia de un buen número de sus integrantes…
Ya por la tarde-noche ―una hora y cuarto después de lo programado por graves problemas con el ingreso al estadio de los Delfines de Miami― se disputó la final de la Copa América 2024 a la que la oncena cafetalera llegaba con las mejores exhibiciones del torneo teniendo que enfrentar a la albiceleste que buscaba reivindicar el triunfo obtenido en la Copa América previa [Brasil 2021] y colocarse en el primer lugar en el número de Copas América obtenidas, el cual compartía con Uruguay, con un total de 15.
En este caso, a diferencia de lo que sucedió horas antes en la Eurocopa, no triunfó el equipo que mejor futbol desplegó a lo largo del torneo, sino el que mostró mayor madurez, oficio y contundencia, incluso después de que su gran estrella ―Lionel Messi― tuvo que abandonar el terreno de juego. Una actuación brillante de su arquero Emiliano Martínez, de sus defensas centrales y el gol anotado por Lautaro Martínez en el minuto 7 del segundo tiempo extra y quinto gol en un torneo en que ordinariamente entró de cambio, fueron suficientes para quedarse con la décimo sexta Copa América de su historia en un partido en que Ángel di María disputó su último partido con su selección.