Por Fernando y Yuvenia Ulloa
Hace tres meses la vida de Marisela Beas Guzmán de 45 años de edad era normal. Vivía en perfecta armonía al lado de su esposo e hijos en el poblado de Zacualpan, municipio de Compostela, pero apareció el cáncer de mama y todo cambió para los integrantes de la familia.
Marisela explicó que no le generó ningún síntoma, pero contó que en una ocasión ella se detectó una bolita en uno de sus senos, acudió a realizarse el estudio al Centro Estatal de Cancerología y resultó con cáncer de mama. Explicó que gracias a la atención que recibe en el Centro Estatal de Cancerología ya le aplicaron dos quimioterapias y en ella existe la esperanza de que en poco tiempo.
Dijo tener mucha fe en Dios y espera que dentro de poco tiempo su problema de salud sea superado. Enfatizó que a pesar de lo grave que es esta enfermedad ella no ha sentido dolor alguno.
Explicó que es madre de dos hijos y quiere seguir viviendo para compartir con ellos lo más valioso que ella tiene: “Muchos seres humanos piensan o creen que lo mejor que tenemos es el dinero, pero no es así, lo mejor que podemos compartir al lado de nuestros seres queridos es el tiempo, pero debe de ser tiempo de calidad, porque un día al lado de nuestros seres queridos es invaluable, poder abrazar, acariciar a nuestros hijos, lo mismo que a nuestra pareja y a nuestros padres y amigos es algo que no tiene precio”.
Enseguida, Marisela Beas Guzmán pidió a las mujeres que se encuentren en su misma situación que ella, que mantengan la calma, pero sobre todo mucha la fe en Dios: “No decaigan, nunca decaigan y no dejen de atenderse, acudan a los servicios de salud, ahora la atención médica en Nayarit es buena, el servicio que me brindan es de calidad y no me cobran un peso y con la ayuda de Dios vamos a superar esta enfermedad, de eso estoy segura”.