7.7 C
Tepic
sábado, agosto 2, 2025
InicioNayaritDe la sensibilidad del sistema y otras alertas

De la sensibilidad del sistema y otras alertas

Fecha:

spot_imgspot_img

Por Daniela Vázquez

Los dos terremotos ocurridos en septiembre, uno en 1985 y otro en 2017 no solo dejaron miles de muertos y patrimonios caídos en México, sino un aprendizaje: la cultura de reacción ante un posible evento sísmico y así el pasado 19 de septiembre, el personal del Congreso del Estado de Nayarit participó en un simulacro previamente anunciado, pero la mañana del 27 de septiembre, todo el mundo fue sorprendido ante una alarma inesperada. Los representantes de los medios atendían una conferencia de prensa en el patio central, comenzaron a escuchar lo que parecía la onomatopeya de un grillo exacerbada: ¡Cri! ¡Cri! ¡Cri!

A esas horas se anunciaba el Maratón Acuático en Rincón de Guayabitos, nuevamente la sede por tratarse de una playa donde no hace olas y todo es tranquilidad. Irónicamente tranquilidad que, se interrumpió cuando se oyó la voz del diputado Adahan Casas que decía ante el micrófono: ¡Está temblando! Esas dos palabras bastaron para vaciar el lugar en tiempo récord. 

“Rambo”, un personaje al interior del recinto legislativo, en un santiamén se convirtió en meteorólogo, sismógrafo, agorero, pitoniso, clarividente y vocero: situando el epicentro del sismo en Baja California y que venía muy fuerte, sin precisar el tamaño o la energía sísmica liberada, pero eso sí, viene muy cabrón, afirmaba mientras señalaba su celular desde donde se suponía, estaba recibiendo información privilegiada. 

¿Y a éstos qué les pasó? preguntaba Chuyito, un transeúnte que luego de enterarse de la circunstancia, dejó salir al poeta que lleva consigo: “Tiembla todo el edificio. A causa de un terremoto. Busquemos un lugar fijo. O terminas todo roto”, al tiempo que resaltaba los poderes de San Medardo que hasta entonces me enteré es el patrono protector ante los huracanes, tormentas y toda clase de desastres naturales.

A unos diputados se les veía morenos, otros rojillos y hasta verdes. Ninguno amarillo. Una legisladora rezaba mientras sacaba un pequeño cristo de su Louis Vuitton. Otro, enviaba a su asistente por una pieza de bolillo para el susto, pero advirtiendo que debía ser: doradito con mucha carne, poca mayonesa, mucho chile jalapeño y nada de crema por aquello del colesterol y su próxima colocación de banda gástrica.    

¿Cuál sismo ni qué nada? Andan en ayuno, invítenles de perdis unos chilaquiles con frijolitos y ahí les sueltan toda la información, dijo una empleada que afirmaba que lo único que había escuchado durante la conferencia era los retortijones y crujido de tripas. El cuerpo es sabio, le dice al cerebro que el estómago está vacío y produce temblores. Y esta teoría es posible o al menos reforzada por los encargados de seguridad y mantenimiento del edificio que llegaron en esos momentos con el dictamen: el sistema es muy sensible y se trató del vapor de una cafetera en una de las oficinas. Resultó esperanzador ese dictamen: el sistema es muy sensible. 

Más artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí