Este primero de octubre y ante el relevo de la nueva presidenta en nuestro país, la capital nayarita pudo disfrutar de una tranquilidad y un silencio que en muy pocas ocasiones suelen darse, y es que la mayoría de los establecimientos permaneció con las cortinas abajo lo que ocasionó ausencia de personas y automóviles circulando por el primer cuadro de la ciudad.
Los únicos lugares que no registraron ausencia si no todo lo contrario fueron algunos restaurantes de la ciudad, que vieron incrementado su número de comensales, que a decir del presidente de la CANIRAC, Alfonso Aguilar Barr, duplicaron sus servicios, es decir lograron repuntar en un 50%.

La plaza pública de Tepic donde los cantantes y vendedores ambulantes hicieron hasta lo imposible por concretar sus objetivos, generar más ventas y recolectar el mayor número de monedas, el Turibus de Tepic haciendo lo suyo, atendiendo la demanda de los turistas y locales que disfrutaron de un día de asueto.
En opinión de algunos comerciantes establecidos el hecho de no haber cerrado sus puertas es porque los tiempos que se viven así lo demandan: “Cierras y descansas o de plano comes y sale para pagar gastos, seamos sinceros, ¿cuál de las dos opciones es la que nos conviene?”, sostuvo Socorro Machuca, propietaria de una zapatería con años de tradición en el primer cuadro de la ciudad.