El Gobernador del Estado, Miguel Ángel Navarro Quintero, ha sido leal a su promesa y compromiso. Esa es la razón por la que ha afectado intereses creados; ese fue reclamo popular desde su campaña para arribar a la gubernatura. Las reacciones no se han hecho esperar. Cuando se hace un gobierno privilegiando el superior interés del pueblo, obligadamente se afectan ranchos feudales. Esos ranchos feudales ya no proceden en un clima de convivencia democrática. Transformar, obligadamente acaba con privilegios.
Los que se sentían dueños de esferas públicas completas, ahora reaccionan de manera agresiva. Lo público había dejado de ser público para convertirse en beneficios indebidos. Cuando lo púbico regresa a su condición pública, las reacciones no se hacen esperar.
Un ejemplo de lo anterior, es lo que ocurre con los llamados “organismos autónomos”. Esas entidades fueron repartidas por quienes usurpaban el control de las siglas a las que denominaban “partidos”. Un ejemplo terrible de esto es lo que las siglas PAN y PRI nos mostraron a todo el país la forma en la que se repartirían los espacios públicos en el estado de Coahuila.
En ese caso, el PAN reclamaba al PRI, la “entrega” del “organismo autónomo” encargado de la “transparencia” de aquella entidad federativa. El PAN exigía al PRI, inclusive, el “respeto” para magistraturas en el Poder Judicial. Cuando los “acuerdos” para repartirse el pastel no se respetaron el PRI y el PAN debieron lamerse mutuamente las heridas. No se desató la guerra entre las citadas siglas porque estaban de por medio otros campos de privilegio.
Cuando el doctor Navarro Quintero arriba a la gubernatura del estado, se le intentó someter para que nada cambiase. No obstante, el Gobernador Navarro había construido un proyecto de cambios para un Nayarit que no podía ni debía seguir siendo un rancho feudal.
El estado de Nayarit empieza a ser transformado. Regresar a su estado previo, significaría mantener a Nayarit con un siglo de atraso. Ese atraso se muestra en la esfera política donde lo que brilla, es la evidencia de ausencia, no la ausencia de evidencia. El atraso de Nayarit se ha mostrado en la ausencia de sistema de partidos y, por tanto, en ausencia de clase política. Acabar con esas perversiones, exige dar golpes de timón, a lo que reaccionan los que se sienten afectados.
Lo que ocurre en Nayarit nos recuerda lo que observamos en el plano nacional. La Presidenta Claudia Sheibaum enfrenta oleadas de ataques orquestados por los que desean que se “respeten” sus privilegios indebidos. No obstante, la Presidenta soporta los ataques que sistemáticamente se enderezan en su contra. No se queda de brazos cruzados, sino que muestra fortaleza de convicciones y poder de respuesta argumentativa.
Para el ex presidente Andrés Manuel López Obrador y para la Presidenta Claudia Sheinbaum, habría sido sencillo ceder a las exigencias de los reaccionarios ofendidos por la transformación. El expresidente sentó las bases para la construcción de una nueva sociedad, de una sociedad igualitaria y con mayores componentes democráticos. La Presidenta Sheinbaum ahora abandera un proceso de transformaciones que también ocasionan la reacción de lo que ven como se acaban sus privilegios.
En las elecciones del año 2000, el sistema de privilegios fue condenado por el voto popular. Un presidente como Vicente Fox, se mostró pusilánime, que traicionó su promesa transformadora, que traicionó el cambio que había ofrecido en campaña. La firmeza ideológica ha sido la coraza impenetrable de un proceso de transformaciones profundas que observamos en el plano nacional y en el ámbito local.
Para el Gobernador Navarro Quintero habría sido muy fácil dejar todo igual “para no meterse en problemas”. No obstante, prefirió hacer lo que él mismo ha llamado un “Gobierno Suicida”. Esa es la razón por la que los ataques no se han hecho esperar. Esos ataques consisten en aseveraciones ad hominem, en mentiras enderezadas contra su gobierno y en nauseabundo légamo de periodística apariencia. No extraña que así sea. No extraña tampoco que se tire la piedra y se esconda la mano, aunque no hay nada oculto bajo el sol. Resulta irrisorios ver como hay quienes por ignorancia tiran la mano y esconden la piedra, en lugar de tirar la piedra y esconder la mano.
El Gobernador Navarro Quintero es víctima de ataques orquestados desde las filas del conservadurismo. Hay los que quieren ver en esos ataques contra el mandatario nayarita, lo que se llama “fuego amigo”. En este caso, el fuego amigo estaría representado por fuerzas especiales de Morena o de aliados. Ese fuego amigo no existe en el caso que nos ocupa. Quienes desean ocupar el cargo que ostenta el actual titular del Poder Ejecutivo estatal, sean tirios o troyanos, no deben astillar la silla que aspiran ocupar.
En ese mismo orden de ideas procede comprender el dicho del mandatario estatal, cuando asegura que su administración tiene prisa. Esa prisa del doctor Navarro se justifica en un estado en el que el siglo XX, “pasó de noche”.
Ese es el Gobierno del doctor Navarro. Un Gobierno Suicida que no cede ante el temor a la reacción de los privilegiados que se sienten despojados de sus ranchos feudales. Un Gobierno con Prisa, para hacer en esta historia, una etapa en la que se sienten las bases de cambios irreversibles.
Ni la tentación de las vanidades, ni la voluptuosidad del poder político, ni las debilidades ante el poder económico, han hecho titubear al mandatario cuya honestidad es proverbial. El doctor Navarro Quintero siempre ha sido respetuoso, disciplinado y de palabra. Eso le hizo difícil su ruta hacia la gubernatura y ahora le hace difícil el ejercicio de la función pública que le fue conferida por mandato popular. Por eso, Navarro Quintero se muestra fiel a su familia, a su pueblo y a su fortaleza ideológica.
