Por Milton Colmenares
La fe, el amor por la virgen de Guadalupe y la enorme responsabilidad de cumplir con una nueva misión, son el motor de 60 antorchistas vallartenses que este sábado 7 de diciembre arrancaron una nueva travesía, que los llevará al límite, pero alimentará la devoción católica en Puerto Vallarta.
El grupo de Antorchistas Guadalupanos de Puerto Vallarta partió con rumbo a la Ciudad de México, para buscar traer el fuego de cristo desde el espacio católico más importante de América Latina hasta esta ciudad.
Durante la noche del sábado se realizó la misa de envío, realizada en la iglesia de nuestra señora de Guadalupe, en el corazón de Puerto Vallarta, para arrancar el camino en camionetas hasta la basílica.
Este lunes 9 de diciembre se realiza la misma dinámica, una misa de envío en la Basílica para, entonces sí, comenzar el trayecto a trote por más de mil 300 kilómetros, pasando por frío intenso, zonas inseguras de nuestro país, autopistas de alta velocidad y un sinfín de obstáculos que deberán ser sorteados para cumplir con la misión.
Sin embargo, no todo es negativo en el trayecto, pues esta antorcha es esperada año con año en diversas localidades del Estado de México, Guanajuato, Michoacán, la zona metropolitana de Jalisco, Ameca, Guachinango y, finalmente, en Puerto Vallarta.
Son más de 72 horas de trayecto en el que el fuego de cristo recorre parte del centro y occidente de México, hasta llegar, el 12 de diciembre a las 19:00 horas, al centro de Puerto Vallarta, donde son recibidos por miles de personas, entre aplausos y devoción.
La Antorcha Guadalupana de Puerto Vallarta es la más longeva de México, la que más kilómetros recorre en todo el país y, sin duda, uno de los motores de fe con los que cuenta este destino turístico.