Por Manuel Salinas Solís
Pues henos aquí a horas de haber despedido el 24 y darle la bienvenida al 25
El que se fue nos deja de todo como en botica o como en miscelánea de esas que había antes de que llegaran las tiendas de conveniencia con todos sus inconveniencias.
En muchas partes y naciones deja un legado de hambre y desespero, ese que hace caminar y caminar y cruzar fronteras a miles y miles por todas partes y a los que hay que perseguir y contener con vallas y muros según dictaminan las doctrinas de los nuevos y viejos poderosos que gobiernan y gobernarán en breve países ricos, en una de cuyas manos blanden deportaciones a los patios traseros del vecino y en la otra amagan con envenenados dardos en forma de aranceles.
24 que trajo entre otras curiosidades, enfermedades viejas y nuevas, discordias también viejas y también nuevas. Desastres con los cuales la naturaleza reprocha disgustada nuestras conductas irresponsables.
De todo no un poco sino un mucho trajo el 24 que se fue.
Guerras sucias, que eufemismo mas absurdo como si acaso las hubiera limpias.
Guerras entre mafias, guerras étnicas, guerras supuestamente religiosas.
Guerras comerciales de todos contra todos. Guerras de sacrosantas soberanías, con la paja del absurdo lista para que cunda el fuego hacia todas partes.
Desapariciones violentas y misteriosas nunca resueltas y hallazgos que mejor habría sido no haberlos tenido.
Y el más grande de todos los galimatías que en el mundo han sido y pueden ser; la incertidumbre e indefinición vuelta discutible derecho de cada quien para autodecidir que se es.
Que a los recién llegados a este mundo nadie les imponga rol alguno, para que con la edad ejerzan libremente el nuevo e inusitado derecho a decidir a que reino pertenecer. Al vegetal, al animal, al mineral? Y los viejos también que caray que estrenen aunque sea ya de despedida ese novedoso derecho a decidir que son o que fueron.
Vaya legado del 24 pero con todo, que no nos haya arrebatado la humana esperanza de que el 25 recién nacido sea mejor para todos y que en esta amorosa isla que es nuestra tierra Nayarit que siga eso mismo, siendo una relativa isla de la fantasía, adonde no lleguen las furias y desasosiegos que se suceden en otras partes. Que en lo general sigamos siendo una comunidad dispuesta a vivir y convivir en armonía y que los desacuerdos políticos atizados por la ambición no se desborden antes del tiempo natural y contaminen al resto. En suma que dejen trabajar y dejen vivir en paz
En este 25 que ya tocó nuestras puertas, que Nayarit siga siendo buen puerto de abrigo para todos
SALUD Y FIBRA …..