7.7 C
Tepic
martes, enero 7, 2025
InicioNayaritUn 6 de enero ocurrió la rebelión del indio Mariano en Tepic

Un 6 de enero ocurrió la rebelión del indio Mariano en Tepic

Fecha:

spot_imgspot_img

**Convocados los pueblos de Tepic y la sierra de Nayarit, asistirían el Día de Reyes a la coronación del indio Mariano Máscara de Oro como rey de Indias. Un estandarte de la Guadalupana, al frente de la procesión **Delatado el levantamiento, fueron reprimidos los nativos reunidos en Lo de Lamedo y detenidos junto a los cabecillas **María Paula de los Santos fue una de las autoras intelectuales de la rebelión, organizada en sólo unos días a partir del 27 de diciembre con cartas enviadas a pueblos y luego éstos a otros

Histórico Meridiano | Por Jorge Enrique González

El estandarte de la Guadalupana a la cabeza de una rebelión no empezó con el cura Hidalgo en 1810. Tuvo más de un antecedente, como el de Tepic en enero de 1801.

Una bandera roja con la imagen de la virgen de Guadalupe fue fabricada para ese propósito. No fue el único símbolo religioso en este episodio rebelde: la consagración del rey de Indias sería con una corona de espinas. Y el nombre de una de las madres de la conspiración: María.

La rebelión del indio Mariano tuvo su primer registro el 27 de diciembre de 1800 y transcurrió a una velocidad asombrosa para su tiempo, desde el planteamiento, convocatoria, movilización, sometimiento, encarcelamiento y juicio a sus cabecillas.

Esa tarde anterior al Día de los Inocentes llegaron a Tepic un anciano mulato mendigo llamado Antonio El Peregrino, un niño de 9 años, y otro indio de nombre Mariano. Llegaron a la casa de la india viuda María Paula de los Santos. El anciano le dijo que Mariano, de 30 años, era hijo del rey de Tlaxcala, dueño de las Indias que buscaba recuperar sus tierras. La mujer llamó a Juan Hilario Rubio, quien convencido con la historia de los visitantes, hizo traer al alcalde de indios José Desiderio Maldonado y el escribano indígena Juan Francisco Medina, para que formulara las cartas.

Corrió a lo largo y ancho del actual estado de Nayarit la convocatoria, que se concretó a través de cartas cordilleras. A caballo, mensajeros llevarían el papel a un pueblo determinado y éste lo haría llegar al siguiente.

La citación de “todos los indios viejos y mozos” era para el 5 de enero, al poniente de Tepic, en Las Higueras de Lo de Lamedo, para de ahí partir, con música y danzantes, entrar a Tepic el Día de Reyes, y presenciar su consagración como rey de Indias por el padre guardián del convento de la Cruz de Zacate. Su corona, la de espinas, como la del rey de los judíos.

Mariano era hijo del cacique de Tlaxcala. De la Tlaxcala de por Colotlán. No de la Tlaxcala de por la Ciudad de México. Estas tierras eran suyas y de sus antepasados. Para pedirle que se las regresara, había estado con el mismísimo Rey de España. El Monarca vio al indio y sin pronunciar palabra le dio la espalda. De allá regresó. Había tenido que huir (“seguramente montado en una escoba”, se lee en documento escrito con tinta de huizache).

La convocatoria tuvo éxito en la movilización, pero un error de principiante echó abajo todo: no se cuidó la secrecía, la discreción, los cuidados extremos que debe tener un golpe contra la autoridad. Uno de los suyos los delató al poder virreinal: el alcalde indio de Ahuacatlán dio aviso del contenido de la carta al subdelegado del lugar.

De inmediato se aprehendió a los alcaldes indígenas de Xala de Abajo y Tequepexpan. Su firma daba cuenta del acatamiento de la circular. Pronto se reunió enorme fuerza para reprimir el levantamiento: 762 hombres con 8 piezas de artillería de variado calibre.

Así, fue fácil el sometimiento con una mínima resistencia el 5 de enero en el lugar de reunión, donde por la inexperiencia de los milicianos dispararon y quitaron la vida a dos rebeldes desarmados que huían. Fueron aprehendidos y encarcelados ese día 75 hombres. El armamento lo componían 33 cuchillos, machetes y otras armas blancas, 2 lanzas, ocho arcas con sus flechas y 34 garrotes.

El impacto del levantamiento hizo correr rumores de la llegada de 14 barcos ingleses y guerreros nativos de otras zonas de la Nueva España, que reclamaban tener a su rey, lo que causó una sobreexcitación en la Real Audiencia de México. Con todo eso, tomó una posición que conciliaba la mano dura que pedían unos y la que preferían otros de atender las inconformidades legítimas de los rebeldes.

La epidemia del “dolor de costado” que llevó a la muerte de varios rebeldes encarcelados, la escandalosa suma de 55 mil 371 pesos que habían costado las tropas y juicios obligaron a cerrar el caso, o al menos abreviar los procesos.

En octubre de 1802 de los acusados de inicio habían muerto 23 en prisión y sólo se mantenía el proceso contra 21 cabecillas.

Nunca fue encontrado el indio Mariano. Se cree que fue sólo producto de la imaginación. O de María Paula de los Santos o de Juan Hilario Rubio, principal implicado, que se quería proclamar a sí mismo como rey de los indios, según sospechas de las investigaciones.

La sentencia más severa fue contra Rubio: la confiscación de sus bienes y la siembra de sal en su casa, para que nunca jamás ahí creciera hierba o floreciera otra forma de vida.

Con María Paula de los Santos fueron menos severos. Por su edad, sólo se le impidió regresar a Tepic.

Así terminó un capítulo libertario de los antiguos tepiqueños y nayaritas. En la represión. Y más temprano que tarde, en el olvido.

_______

Para ampliar el conocimiento del tema consulte:

Castro Gutiérrez , Felipe, La rebelión del indio Mariano (Nayarit, 1801), Estudios de Historia Novohispana, v. 10, n. 10, 1991.

López, Juan, La rebelión del indio Mariano. El movimiento insurgente de la Nueva Galicia, en 1801; y, documentos procesales, tomos I,II,III, Honorable Ayuntamiento de Guadalajara, 1985.

Más artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí