7.7 C
Tepic
jueves, enero 9, 2025
InicioNayaritCardenal Carlos Aguiar llega a la edad del retiro

Cardenal Carlos Aguiar llega a la edad del retiro

Fecha:

spot_imgspot_img

**El arzobispo primado de México es custodio de la imagen de la Virgen de Guadalupe. En su carácter de cardenal tiene calidad de elector del sucesor de Pedro en caso de ausencia del Papa y él mismo puede ser elegible **Fue rector del Seminario de Tepic, profesor de Sagradas Escrituras, obispo de Texcoco, arzobispo de Tlalnepantla, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del Consejo Episcopal Latinoamericano **No está obligado a presentar su renuncia por edad, pero el Código de Derecho Canónico “ruega” que lo haga al Sumo Pontífice. El Papa podría aceptarla de inmediato, en tres meses o años después

Perfil Meridiano | Por Jorge Enrique González

Carlos Aguiar Retes es el sacerdote católico nacido en suelo nayarita y formado en su seminario diocesano que más lejos ha llegado en la estructura jerárquica de la Iglesia católica. Es cardenal y por ese carácter, ciudadano de Roma, miembro del colegio consultivo del Papa y del cónclave que elige entre sus integrantes al sucesor de Pedro.

Este jueves, el cardenal cumple 75 años. Con esa edad llega al fin su encargo como arzobispo primado de México. No está obligado a presentar su renuncia, pero el canon 401 del Código de Derecho Canónico “ruega” que lo haga “al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”. La aceptación puede llegar de inmediato, dentro de los tres meses siguientes o años después.

En el cúmulo de sus logros e importancia de sus responsabilidades, dos destacan: en su encargo actual es el trigésimo sexto sucesor de fray Juan de Zumárraga y custodio de la imagen de la Virgen de Guadalupe del Tepeyac. En un país como el nuestro, en una carrera religiosa es casi todo.

Con casi 52 años de sacerdote, llega a los tres cuartos de siglo a la cabeza de la más importante demarcación diocesana del país, la arquidiócesis de México. Se le reconoce como un intelectual entre los obispos mexicanos, lo que no ha impedido que medios especializados evalúen su desempeño pastoral a la sombra de sus antecesores en el cargo, como Norberto Rivera Carrera (1995-2017), Ernesto Corripio Ahumada (1977-1994) y Miguel Darío Miranda (1956-1977), conservadores, hiperactivos, mediáticos, polémicos.

El 9 es una especie de número de la suerte para Aguiar Retes. Nació un 9 de enero de 1950. Un 9 de octubre de 2016 el papa Francisco anunció su nombramiento como cardenal, y el 7 de diciembre del siguiente año lo designó arzobispo primado de México.

Hasta donde se tiene noticia, es también el único sacerdote tepiqueño que ha tenido relación cercana con un Papa. En una entrevista con motivo del 50 aniversario de sacerdocio el 22 de abril de 2022, así recuerda el incio de amistad profunda con Francisco: “Estábamos participando en 2001, él ya como cardenal recién creado, que es cuando lo conocí, y un servidor, que entonces yo era secretario general del Consejo Espiscopal Latinoamericano. Me eligieron para ir al sínodo del 2001, que entonces yo era obispo. En mi reunión de grupos, en que se hace la reflexión de grupos en el sínodo, fui elegido secretario. En esa ocasión, a las dos semanas me informan mis hermanos que mi mamá está muy grave con cáncer de páncreas ya muy avanzado, y que tenía poco para vivir. Entonces yo fui con el cardenal encargado de los sínodos y le pedí retirarme. Claro, me dijo que sí. Fui al grupo, en el cual estaba el cardenal Bergolio, y les dije la razón por la cual me retiraba y que se eligiera otro secretario, y yo le pasaba todo lo que hasta ahora se había recogido. Y al salir, todos ya se fueron, y yo salí del salón, pero a los pocos pasos sentí que alguien me jaló del brazo. Era el cardenal Bergolio y me dijo ‘Carlos, te agradezco que nos hayas dicho por qué te vas, casi siempre los obispos no compartimos lo que vivimos, y eso es muy importante. Qué bueno que nos informaste, gracias’. Y de ahí se estableció una amistad.”

Como casi todo nayarita, el pescado y los mariscos son su debilidad, así como el futbol, americanista de corazón. No teme decirlo en su tierra, de férrea afición chiva.

Políglota, aprendió latín, griego y buen castellano en el seminario e inglés cuando fue a estudiar a Montezuma, al famoso seminario abierto el lado norte de la frontera con el financiamiento de obispos estadounidenses y alemanes para apoyar a México en la formación sacerdotal para resistir el enfrentamiento Iglesia-Estado emanado de la Revolución. En Roma aprendió italiano y francés. El alemán fue obligatorio para su doctorado en Sagrada Escritura.

Reconoce como su mentor al también cardenal Adolfo Suárez Rivera (1927-2008), obispo de Tepic entre 1971 y 1980. Él lo envió a estudiar Sagrada Escritura y estuvo al pendiente de todos los sacerdotes diocesanos que se formaron en Roma.

Sus amigos desde la infancia: Mario Espinosa (Tepic, 1949) y Manuel Olimón (CDMX, 1947-Edimburgo, 2018). Espinosa es actual obispo de Mazatlán. Olimón, intelectual, historiador, tuvo destacada labor en la Universidad Pontificia de México.

Ordenado sacerdote en abril de 1973, fue a estudiar Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de de Roma (1974-1977).

Ejerció como rector del Seminario de Tepic por un largo período (1978–1991), que le permitió formar gran número parte de sacerdotes diocesanos.

 En 1996 obtuvo el doctorado en teología bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana.

Juan Pablo II lo consagró obispo de Texcoco en 1997. El siguiente papa, Benedicto XVI, le nombra arzobispo de Tlalnepantla  en 2009, de donde pasó al arzobispado de México. Francisco le hizo cardenal y lo puso al frente de los católicos de la Ciudad de México.

Prácticamente en todas las profesiones llegar a la edad de la jubilación casi generalizada ansiada meta, independientemente de la salud, las facultades cognitivas y la fuerza. En la Iglesia católica no debe ser el caso, porque a los 75 años muchos jerarcas cuentan con la fortaleza para seguir adelante. Antes era obligatoria la renuncia, pero ahora se les “ruega” resentarla. A algunos obispos el Papa se las acepta casi de inmediato, como a Samuel Ruiz, de San Cristóbal de las Casas, y a Sergio Méndez Arceo, de Cuernavaca.

Con el arzobispo primado nacido en Tepic no será así. Su discreción es parte de sus fortalezas, aunque también de sus puntos débiles si se le compara con antecesores polémicos y mediáticos. No es gratuito que sea San José, el personaje bíblico con el que, si pudiera, le gustaría tomarse un café. “A mí lo que me encantaría es [tomar café] con San José. Porque es un hombre muy discreto: se guardó muchos secretos y yo creo que tiene muchas experiencias que pudieran enriquecernos mucho”, dice el cardenal . Estoy seguro que el esposo de María le daría los tips para conservar su responsabilidad varios años más. Veremos.

Más artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí