En las primeras horas de la mañana, las calles alrededor del Congreso local se vieron impregnadas por el eco de las voces firmes de las mujeres que, con pancartas en mano y una mirada decidida, se agolpaban entre los pasillos y andadores. Un aroma a tensión flotaba en el aire, mientras legisladores se preparaban para sesionar y discutir un tema crucial: la reforma al Código Penal en materia de interrupción del embarazo, una demanda que ha sido apoyada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que, tras años de postergar, podría finalmente ver la luz.
G. Cortés, una de las representantes del Colectivo Feminista Nayarit y Marea Verde Nayarit, sostenía un mensaje claro, pero lleno de esperanza. A sus espaldas, los gritos de sus compañeras se mezclaban con el murmullo de los transeúntes, como si todo el entorno estuviera respirando a un ritmo común. “No daremos marcha atrás”, afirmaba, con una mirada que reflejaba la firmeza de su lucha. Su postura era inquebrantable: la justicia debía ser la respuesta.
Con una paciencia que sólo quienes han luchado por años pueden comprender, G. recordó que este no es un tema nuevo para Nayarit. “Aproximadamente diez años de insistencia”, expresó, como si los años fueran pesos que llevaba sobre sus hombros, pero también como si cada día en esa carga fuera un paso más cerca de la victoria. “Nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos debe ser reconocido”, sentenció.
El sol comenzaba a elevarse, pero su presencia parecía opacada por la determinación de las mujeres reunidas. Mientras los diputados se preparaban para entrar en sesión, las mujeres sabían que el camino no sería fácil. Sin embargo, en sus rostros no había duda: la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito no era sólo una demanda, sino una necesidad que debía ser escuchada.
“La realidad del aborto no puede seguir siendo ignorada”, decía G., mientras sus palabras resonaban con la fuerza de quienes saben que, a pesar de la resistencia y los prejuicios, el futuro aún puede cambiar. El debate apenas comenzaba, pero las mujeres de Nayarit ya estaban haciendo historia, firmes y decididas.