Me sorprende, como a millones de mexicanos también les sorprende, el empecinamiento de parte de las autoridades federales, para sostener a capa y espada al gobernador de Sinaloa, RUBÉN ROCHA MOYA, gobernador del estado de Sinaloa, y me sorprende porque el tipo es un ruín, pillo, vaquetón, cínico, mentiroso, falso, y criminal, con el asunto del asesinato en Culiacán, Sinaloa, de Héctor Melesio Cuén Ojeda, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y diputado federal electo por la coalición ‘Fuerza y Corazón por México, quien fue atacado a balazos, en la comunidad de La Presita, crimen en el cual se involucró con pruebas al gobernador RUBÉN ROCHA MOYA, quien también mintió cuando fue entregado el Mayo Zambada, a las autoridades norteamericanas, diciendo que él estaba en Estados Unidos, en un avión que le habían prestado, cosa que luego se comprobó que también era una mentira.
En fin, sostener a este señor, le va a resultar muy costoso a la cuarta transformación, y me sorprende porque ni cuando el Partido Revolucionario Institucional, era un super poderoso instituto político, se empecinaba en sostener a alguien que ya había dado lo que tenía que dar y que estaba desgastado.
Un ejemplo de ello fue el caso del otrora y hoy fallecido GUILLERMO COSIÓ VIDAURRI, quien fue alcalde de Guadalajara y luego gobernador del estado de Jalisco de 1989 a 1992, pero ocurrió que Guillermo Cosío no completó su sexenio ya que tuvo que dejar el cargo luego de las explosiones del 22 de abril de 1992 en el sector Reforma de Guadalajara.
Aquella tarde del 22 de abril se registraron una serie de explosiones de gasolina en el sistema de alcantarillado de Guadalajara siendo la calle de Gante la más afectada. El saldo oficial de las explosiones fue de 212 muertos, 69 desaparecidos, 1800 lesionados, se destruyeron ocho kilómetros de calles, resultaron afectaron mil 142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos.
Este incidente marco la carretera política de Cosío Vidaurri y con ello su salida del gobierno, los ciudadanos pidieron su renuncia por su presunta negligencia y lo acusaron por asignar obra pública a familiares, y los que vivieron el caso muy de cerca, dicen que el secretario de gobernación, le llevaba ya la carta redactada donde pedía renunciar o licencia como se dice en el argot político, y que luego de firmarla, le dijo COSIÓ VIDAURRI, al secretario de gobernación, que le permitiera dar la noticia a los jaliscienses, y que entonces como respuesta le dijo el secretario, “encienda la tele, ya no se preocupe”, y que ya era noticia nacional para ese momento que el gobernador de Jalisco, había sido renunciado, y además, eso marcó en forma negativa, su carrera política para siempre.
Pero miren, en el caso de SINALOA, el gobernador ROCHA MOYA, la ciudadanía le pide a gritos su renuncia por su complicidad con el crimen organizado, y por su cinismo de grabarse videos dentro de su casa, o en terrenos bardeados de gente poderosa, y decir, que en Sinaloa, todo está tranquilo, que lo vean caminando sin preocupaciones.
La gota que derramó el vaso y que, de seguirlo sosteniendo en el cargo, en el que lo puso ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien lo respaldó aun con todo lo que le gritaban en sus reuniones contra ROCHA MOYA, y que seguramente tendrá consecuencias políticas para el partido que lo llevó al poder, ocurrió apenas hace unos días.
La madrugada del domingo 19 de enero la violencia en Culiacán, Sinaloa, experimentó un punto del que difícilmente habrá un retorno. En el sector de Los Ángeles, a unos seis kilómetros del centro de la ciudad, un comando armado intentó robar el vehículo en el que viajaba la familia Sarmiento Ruiz. Antonio de Jesús, de 41 años, el padre de familia que conducía el coche, intentó esquivarlo y avanzar para evitar el atraco, en respuesta, los hombres dispararon varias veces al interior, asesinando en ese lugar a Antonio y dejando gravemente heridos a sus dos hijos, Gael y Alexander Sarmiento Ruiz, de 9 y 12 años, y a otro joven, familiar que viajaba con ellos, de 17 años. “Con los niños no”, es la frase que la sociedad civil en Culiacán ha enarbolado este jueves, para acompañar en una protesta pacífica a la familia Sarmiento Ruiz, uno de los miles de ejemplos de víctimas civiles que han dejado a su paso los más de cuatro meses de narcoguerra entre las facciones que se disputan el control del cártel de Sinaloa.
El caso ocasionó conmoción entre la población y desde el 22 de enero, el director de la primaria “Sócrates”, donde estudiaba Alexander “N”, suspendió las clases en protesta por la muerte del alumno en el ataque armado.
“Con los niños no”, fue el pronunciamiento de Víctor Manuel Aispuro, director del plantel educativo, por lo que maestros y alumnos anunciaron una marcha programada para este jueves pasado, por lo que la mañana de este 23 de enero, cientos de personas salieron a manifestarse por las muertes violentas de los hermanos Alexander “N” y Gael Antonio “N”.
Vestidos con prendas blancas y globos del mismo color, los ciudadanos llegaron al Palacio de Gobierno en donde rompieron los cristales de una de las puertas principales de acceso buscando al gobernador, Rubén Rocha Moya, con la finalidad de exigir justicia por los menores y su padre.
Al grito de “con los niños no”, “asesinos, asesinos” y “fuera Rocha”, las personas lideraron la protesta para reclamar justicia a las autoridades estatales y federales.
ROCHA MOYA, por supuesto que se escondió y dio unas declaraciones que son dignas para retrasados mentales, dijo que ya se investiga el hecho para ver si realmente querían quitarle el carro al hoy padre de familia fallecido, con suerte y pronto saldrá a decir que el señor ANTONIO DE JESÚS SARMIENTO, se enfrentó a los delincuentes y por eso lo asesinaron.
En fin, la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM, ya dijo que OMAR GARCÍA HARFUCH, está en Sinaloa, para resolver esa violencia, lo que no dijo es que tiene ya dos meses y todo sigue igual, o quizá peor…hasta el lunes
