JOSÉ LUIS, RAÚL MANUEL, y SEBASTIÁN DE JESÚS, todos con la letra “N”, para no dar a conocer sus apellidos, dado que están detenidos y sujetos a un proceso en donde se les acusa de los delitos de robo, asalto, asociación delictuosa -en su modalidad de pandilla-, secuestro agravado y delito vinculado con la desaparición de personas, cometidos en la zona norte del estado, bien podrían irse despidiendo de la vida social, de poder ver un amanecer desde la puerta de su casa, o desde un cerro o campo al que gustaran de ir, y también pueden irse despidiendo de poder festejar con un hijo, hermano, hermana, tío, sobrino, padre o madre, una fiesta de cumpleaños.
Como tampoco ya pueden pensar en que podrán estar en la celebración de clausura escolar, de alguno de sus hijos o hijas, si es que la tiene; o atender de alguna enfermedad a la esposa, o hijos, en caso de presentarse ésta en la vida de ellos.
Y es que estos tres muchachos, están sujetos a proceso por todos los delitos anteriormente mencionados en agravio de una familia que venía de Culiacán, a pasar unos días a Nayarit, a Tepic, para ser exactos. Pero esta familia que eran los dos esposos y un joven pariente que los acompañaba, fueron ultimados por JOSÉ LUIS, RAÚL MANUEL, y SEBASTIÁN DE JESÚS, con toda la saña y los agravantes conocidos, que son: asalto, asociación delictuosa, delitos vinculados con la desaparición de personas, y secuestro agravado.
Y pues como lo dio a conocer el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, MANASÉS LANGARICA, las penas en cada uno de los delitos son como siguen: Asalto: = de 7 a 20 años de prisión; Asociación delictuosa-en su modalidad de pandilla-:= de 3 a 8 años de prisión; Delitos vinculados con la desaparición de personas:= de 15 a 20 años de prisión; Secuestro agravado: = de 80 a 140 años de prisión.
De lo anterior deducimos que estos muchachos estarán en la cárcel como máximo 188 años y como mínimo 105 años, es decir, pasarán este siglo y el próximo encerrados en cuatro paredes, claro, considerando que pudieran aguantar esa condena, porque por las fotos podemos imaginar que cada uno de los tres maleantes aprehendidos pudiera tener un promedio de 30 a 35 años, así que podemos concluir que pasarán el resto de sus días de vida, encerrados, en donde asimismo morirán en su momento.
Este tipo de condena, no es otra cosa más que una cadena perpetua, sin que se diga ese nombre en forma explícita.
Cuando leímos vía el comunicado oficial de la fiscalía, los delitos que habían realizado los tres hasta hoy detenidos, y que en esencia era el asalto a mano armada, nos pareció un poco raro que luego de tener a las víctimas dominadas y lograr su cometido, que era el despojo de las pertenencias, y del vehículo en el que viajaban, además de dinero que les sacaban a los parientes o familiares de las víctimas, lo más sensato dentro de la maldad, era amarrar, o amordazar a sus víctimas y dejarlas con vida, para que les dieran tiempo de escapar.
Pero no, ocurre que luego de ver que los que caían en sus redes, les entregaban todo, entonces el siguiente paso era matarlos, y luego enterrarlos en fosas clandestinas como es de esperarse.
Y es aquí en donde nos hacemos la pregunta sobre la existencia de un gen de maldad con el que nazcan algunos seres humanos, pero luego de investigar, todas las lecturas que nos ofrecen psicólogos y psiquíatras, es la misma, no hay ningún gen de la maldad con el que pueda nacer una persona, si bien, hay factores hereditarios ambientales relacionados con ésta.
Algunas teorías hablan de genética, pero no de un llamado «gen del mal». Feggy Ostrosky, jefa del laboratorio de Neuropsicología de la Universidad Nacional de México (UNAM) declaró: «Hay factores genéticos, sí, pero no existen genes del mal. Los genes juegan un papel importante en la bioquímica del cerebro y en cómo se comunican las neuronas, y esto a su vez influye en la conducta».
¿Cuáles son las causas de la maldad?
Si bien la ciencia no tiene nada claro que exista un «gen de la maldad», sí es cierto que muchos coinciden en que hay «circunstancias biológicas y culturales que propician la perversidad», tal y como aseguró Marcelino Cereijido, experto en fisiología celular y molecular.
Otros aluden a causas físicas. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Wisconsin reveló que los psicópatas muestran una reducción de las conexiones entre la corteza prefrontal, la parte del cerebro responsable de sentimientos como la empatía y la culpa, y la amígdala, que interviene en el miedo y la ansiedad.
Lo cierto es que el «gen de la maldad» no está demostrado científicamente.
En un estudio de la Universidad de Nijmegen de hace unos años, se habla de la existencia de un “gen de la agresión” tras estudiar durante cinco generaciones a varias familias de Holanda. Sin embargo, expertos confirman que no se puede hablar de una herencia genética cuando hablamos del mal…así que los asesinos que fueron detenidos el pasado 26 de enero, y que podrían pasar en la cárcel hasta 140 años de prisión, lo único que hicieron de su vida, fue una inutilidad y peligrosa además… que Dios los ilumine…hasta mañana
