Estimados amigos, hoy quiero compartirles una nota que parece sacada de una película de esas que hacen para llamar la atención, pero que lamentablemente es real, gracias a Dios que los hechos de esta nota, se dan en otro país, pues de haber ocurrido en México, todos nos culparíamos por tan horrendo caso de pederastia, exagerado con una perversidad diabólica.
La nota en cuestión es la siguiente:
El caso Joël Le Scouarnec: el cirujano culpable de cientos de abusos sexuales
El caso de Joël Le Scouarnec es uno de los más impactantes de abuso sexual en la historia reciente de Francia. Este cirujano especializado en cirugía digestiva está acusado de haber abusado sexualmente de cientos de pacientes, en su mayoría niños, durante un periodo de más de 30 años.
Joël Le Scouarnec, de 74 años, se encuentra ya en prisión después de que un tribunal lo condenara en 2020 por abusar de cuatro menores, entre ellas dos de sus sobrinas.
¿Cuántas personas sabían que era un pedófilo y le permitieron ejercer la medicina en contacto con niños?”, pregunta indignada una de las víctimas, que solicitó el anonimato. “Ellos lo sabían y nadie hizo nada. Quiero que sean juzgados”.
El escándalo de Le Scouarnec salió a la luz en 2017, cuando una niña de seis años, vecina del cirujano en la localidad de Jonzac, denunció haber sido víctima de agresión sexual. La denuncia llevó a su detención y al posterior allanamiento de su domicilio, donde las autoridades encontraron diarios detallados en los que el médico describía abusos cometidos durante casi tres décadas. Además, se hallaron imágenes de pornografía infantil y otros objetos que confirmaban la naturaleza de sus crímenes.
Los escritos contenían nombres de posibles víctimas y descripciones de actos sexuales cometidos en hospitales, su hogar y otros lugares. Esto encendió las alarmas de los investigadores, quienes comenzaron a contactar a pacientes antiguos del cirujano para verificar los hechos.
La investigación reveló que Le Scouarnec había abusado de 299 personas, de las cuales 256 eran menores de 15 años en el momento de los hechos. Las víctimas incluyeron tanto niños como adultos, aunque la mayoría eran pacientes pediátricos.
Sus crímenes se perpetraron en diversos hospitales del noroeste de Francia, donde trabajó como cirujano, principalmente en la región de Bretaña. A pesar de una condena previa en 2005 por posesión de imágenes de abuso infantil, Le Scouarnec continuó ejerciendo hasta su jubilación en 2017, lo que ha generado críticas a la supervisión de las instituciones médicas.
El juicio de Joël Le Scouarnec, que se llevará a cabo en la ciudad de Vannes a partir del 24 de febrero de 2025, será el más grande en la historia judicial francesa relacionado con delitos de pederastia. Se espera que dure aproximadamente cuatro meses y que testifiquen decenas de víctimas. El exmédico enfrenta cargos de violación y agresión sexual agravada. En 2020, ya había sido condenado a 15 años de prisión por abusar de cuatro menores, incluidas dos de sus sobrinas y una paciente de cuatro años.
Ahora, podría recibir una pena máxima de 20 años de cárcel si es declarado culpable de los nuevos cargos.
El caso ha generado una fuerte indignación en la sociedad francesa y ha puesto en evidencia fallos en la supervisión del sistema de salud. Muchas víctimas han sufrido traumas profundos que han afectado sus vidas de manera significativa. Uno de los casos más conmovedores es el de Mathis Vinet, quien tras enterarse de que podría haber sido una de las víctimas, sufrió una crisis de salud mental que lo llevó a un trágico desenlace en 2021.
Por otro lado, se han abierto investigaciones para determinar si otras personas o instituciones pudieron haber sido cómplices, al no haber actuado ante las señales de alerta sobre el comportamiento del cirujano.
El escándalo de Le Scouarnec ha impulsado un debate en Francia sobre la necesidad de reformar los mecanismos de supervisión en hospitales y reforzar la protección de los menores en entornos médicos. Expertos en derechos humanos y legisladores han pedido reformas en la legislación para evitar que casos similares se repitan en el futuro.
En una reunión del Colegio de Médicos de Finisterre el 14 de diciembre, 18 de los 19 médicos presentes rechazan sancionar a Le Scouarnec y dejan en manos de las autoridades sanitarias la gestión del caso.
Frédéric Benoist, abogado de la asociación de protección de la infancia La Voix de l’Enfant, estima que el hecho de que nunca se prohibiera ejercer a Le Scouarnec es un “fracaso colectivo”.
La asociación presentó una denuncia en este sentido y la fiscalía de la ciudad bretona de Lorient indicó que tiene abierta una investigación por no haberse impedido crímenes contra la integridad de las personas.
El juicio de Le Scouarnec no solo busca hacer justicia para las víctimas, sino también sentar un precedente para la vigilancia y control de los profesionales de la salud en Francia. Mientras el proceso judicial avanza, el país observa con atención las revelaciones que podrían surgir durante los próximos meses…hasta el lunes
