Las elecciones generales anticipadas celebradas este domingo en Alemania confirmaron el giro a la derecha en el país, con la victoria del bloque conservador CDU/CSU -cuyo candidato, Friedrich Merz, se convierte así en el favorito para ser el nuevo canciller-, y con el ascenso de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que quedó en segundo lugar. Y luego está la izquierda que ha quedado en ruinas.
Según los sondeos a pie de urna encargados por la cadena pública ZDF difundidos a las seis de la tarde, al cierre de los colegios electorales, los conservadores lograron el 28,5% de los votos, mientras que la AfD recibió el 20%. Para los ultraderechistas, con Alice Weidel como candidata, es un gran triunfo, pues casi duplican su resultado de los comicios del 2021, en los que quedaron cuartos con el 10,4%.
El Partido Socialdemócrata (SPD) del actual canciller, Olaf Scholz, quedaría en tercer lugar con el 16,5%, un auténtico descalabro, su peor resultado histórico desde la reunificación de Alemania en 1990. Respecto a los comicios del 2021, supondría 9,2 puntos menos. Los Verdes, con el vicecanciller y ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, como candidato, habrían recibido el 12 %, siempre según el sondeo encargado por la ZDF
Se certifica así un cambio de ciclo político que entierra el proyecto, inédito cuando arrancó en diciembre del 2021, de un Gobierno federal tripartito de socialdemócratas, ecologistas y liberales. El partido liberal FDP, cuyo líder, Christian Lindner, era el ministro de Finanzas y con su actitud propició la ruptura de la coalición el pasado noviembre, contaría, según este primer sondeo, con el 5% mínimo necesario para tener representación parlamentaria. Si esto no se confirma en los resultados, el FDP podría quedarse fuera del Bundestag (cámara baja del Parlamento).
El partido izquierdista Die Linke sí consigue seguro obtener escaños, con en torno al 9% de votos, mientras que Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), el nuevo partido fundado en enero del 2024 como escisión, se encuentra también en el 5% justo para entrar en el hemiciclo, a falta de confirmación cuando existan resultados oficiales.
Cuando se confirmen resultados y distribución de escaños, quedará más claro si la futura coalición de Gobierno será de conservadores y socialdemócratas, como todo parece indicar, o si Merz necesitará un tercer socio. El líder conservador ha dicho varias veces que aspira a una coalición dual, pero podría verse obligado finalmente a incluir a los verdes si entran en el hemiciclo los tres partidos pequeños. Esto sería problemático porque su socia bávara, la socialcristiana CSU, siente aversión por los ecologistas, y tampoco son santo de la devoción de Merz.
Friedrich Merz, se posicionó como virtual ganador en las elecciones del domingo tras una carrera política que comenzó en las juventudes del partido, que interrumpió durante 12 años coincidiendo con la era de Angela Merkel y en la que siempre ha representado al ala más conservadora de la formación.
Recientemente, su disposición a aprobar dos resoluciones y un proyecto de ley para reducir la migración con el apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) le han acarreado una oleada de críticas, a las que se sumó la propia Merkel, con la que mantiene una difícil relación.
En todo caso, Merz, a diferencia de Merkel, no ha sido un político que se haya caracterizado por buscar el consenso, sino que se ha destacado principalmente por sus posiciones tajantes que hasta ahora no ha tenido que poner a prueba, ya que nunca ha ocupado un cargo en el gobierno.
En política económica, ha sido siempre defensor de las desregulaciones y las privatizaciones, de una simplificación radical del sistema fiscal y de recortes en las prestaciones sociales.
En defensa, ha apoyado permanentemente la ayuda a Ucrania, aunque él sostiene que iría más allá que el actual gobierno y que le daría al presidente ruso, Vladimir Putin, un ultimátum de 24 horas para que cese los ataques y que luego enviaría a Kiev los misiles de largo alcance germanos Taurus.
Merz nació en Brilon (oeste de Alemania) en 1955 en el seno de una familia conservadora.
En 1972 ingresó a las Juventudes Cristianodemócratas (JU) y entre 1976 y 1982 estudió Derecho como becario de la Fundación Konrad Adenauer, cercana a la CDU.
Su temprana socialización dentro del partido y el comienzo de su carrera parecían anunciar un ascenso meteórico.
Entre 1989 y 1994 fue eurodiputado y luego pasó al Parlamento federal, donde estuvo ininterrumpidamente entre 1994 y 2009 cuando, por diferencias con la entonces canciller y presidenta de la CDU, Angela Merkel, abandonó temporalmente la política.
La pugna con Merkel
Merkel y Merz ascendieron a la primera fila del partido en 2002 como resultado de una honda crisis dentro de la CDU desatada por un escándalo de donaciones ilegales que llevó a que se le retirase el título de presidente honorario al ex canciller Helmut Kohl y a que Wolfgang Schäuble tuviera que dimitir como jefe del partido y del grupo parlamentario.
Merz relevó a Schäuble al frente del grupo parlamentario y Merkel al frente del partido.
Merkel, pese a haber sido ocho años ministra de Kohl, se convirtió en el símbolo de la superación de la era del canciller de la unidad, después de haber llamado al partido en un artículo en el diario ‘Frankfurter Allgemeine’ a independizarse de su figura.
Merz, en cambio, representaba a quienes habían crecido a la sombra de Kohl.
La primera pugna abierta entre Merz y Merkel se dio por la candidatura conjunta de la CDU y la Unión Socialcristiana (CSU) a la Cancillería para las elecciones generales de 2002.
Al final, Merkel optó por cederla al entonces jefe de la CSU, Edmund Stoiber, que fue derrotado por estrecho margen por el entonces canciller Gerhard Schröder.
Tras las elecciones, Merkel reclamó para sí también la jefatura del grupo parlamentario y relegó a Merz a un segundo plano.
El distanciamiento entre los dos se hizo más fuerte tras la llegada de Merkel a la Cancillería en 2005, al frente de una gran coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD).
La coalición con el SPD no permitía grandes experimentos neoliberales, como los que pregonaba Merz, a quien las concesiones a los socialdemócratas empezaron a parecerle excesivas.
En 2007 Merz anunció que no aspiraría a un escaño en las elecciones de 2009. Fue el mismo año que su padre, Joachim Merz, se dio de baja en la CDU tras 51 años de militancia.
En el sector privado
Entre 2009 y 2021 Merz estuvo trabajando como abogado y también ocupó cargos en consejos de supervisión y administración de varias empresas. El más importante de ellos fue, entre 2016 y 2020, el de presidente del consejo de supervisión del fondo de inversión estadunidense BlackRock en Alemania.
En una entrevista con el diario Bild en 2018, dijo que ganaba un millón de euros al año y que, con ello, se consideraba “clase media-alta”. Piloto aficionado, Merz tiene un avión privado.
Para ese momento, ya había empezado a plantearse su regreso a la política, en medio de la crisis que sufrió la CDU durante el último periodo de Merkel (2017-2021).
El regreso llegó en 2021 cuando la CDU (liderada por Armin Laschet) perdió las elecciones ante el SPD y Merz asumió la jefatura del partido y del grupo parlamentario.