Este miércoles de ceniza inició la Cuaresma y con ello la oportunidad de poder saborear uno de los platillos más suculentos de la comida mexicana: la capirotada en sus distintas versiones.
Tras un receso, como puntualmente lo marca nuestro calendario, Delia Jazmín Morales López, vecina de la colonia Corregidora en Tepic ha decidido probar suerte con la venta de este producto a las puertas del mercado Juan Escutia de esta ciudad, con el propósito de poder contribuir en los gastos del hogar. Aunque lleva mucho tiempo comercializando la capirotada, tanto de piloncillo como de leche, vía pedidos en su colonia, una de sus clientas la motivó a tomar esta determinación con la intención de multiplicar sus ventas.
Para ser su primera vez a las puertas del mercado Juan Escutia, Delia se dijo muy motivada por la respuesta obtenida, ya que logró vender la mitad de su producción: “La verdad que sí se ha movido porque hay que tomar en cuenta que la gente no trae mucho dinero, el postrecito la mera verdad es casi un lujo que no todos se lo pueden dar. Yo ofrezco capirotada en contenedores de medio litro; la de piloncillo la doy en 50 pesos y la de leche 60 pesos; le batallo un poco porque no puedo darlos más caros porque si no la gente ya no compraría, la materia prima no es tan barata pero ahí la llevamos, hacemos el esfuerzo porque el precio del producto no se dispare y pueda estar al alcance de todos los consumidores; ahorita no hay hijos de por medio que mantener, nos alcanza muy bien, pero hay que ir cimentando el futuro para cuando éstos lleguen.
“Así que nos hemos puesto la misión y responsabilidad de estar aquí a las puertas del mercado Juan Escutia- diario- por los menos de 9:00 a 11:00 de la mañana durante lo que reste de la cuaresma”.
