La blandengue Comisión Disciplinaria impuso el irrisorio castigo de un partido de suspensión a Sergio Ramos. Solo un partido de suspensión por dar un codazo alevoso y desleal, propinar una patada y salir expulsado.
La Comisión Disciplinaria es una burla, como lo son también los arbitrajes y la utilización del VAR en el futbol mexicano.
Seguramente pesaron la influencia de la millonaria franquicia de los Rayados del Monterrey y la fama de su jugador, para evitar el castigo mínimo de dos partidos por conducta violenta.
Debieron ser dos por esa conducta violenta y uno más por el codazo que el español le propinó sin balón de por medio al defensa Bennevendo de los Pumas de Universidad, al que tomó totalmente desprevenido.
Influyentismo mata justicia. El futbol mexicano, claro reflejo de un país. Mientras no haya ejemplaridad en las sanciones, nada cambiará en términos de disciplina en el balompié nacional.
Mientras tanto, ante la intolerante prohibición de las corridas de toros a la usanza española en la Ciudad de México, surgen alternativas para ver toros en otros lugares del país, empezando por Aguascalientes, donde muy pronto arrancará la feria con la presencia de grandes figuras nacionales e internacionales.
Sobresale la interesante confrontación entre Joselito Adame y el peruano Andrés Roca Rey para el 25 de abril. El diestro sudamericano viene de ofrecer una actuación arrolladora en la Plaza México durante los festejos de su 79 aniversario. El mano a mano sacará chispas.
