Este viernes, una jueza de Control en Tepic dictó auto de vinculación a proceso en contra de Jaime “N” por su probable intervención en el delito de desobediencia y resistencia de particulares en agravio de la sociedad, pero no por cohecho, ilícito por el que también le formuló imputación la agencia del Ministerio Público.
Vecino de El Filo, municipio de Tecuala, el caso de Jaime motivó que el jueves 20 decenas de personas se manifestaran frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) e incluso bloquearan por unas horas la circulación en la avenida Tecnológico de esta ciudad.
Una vez el dictado de la resolución, un defensor particular hizo uso de la palabra para plantear la revisión de medidas cautelares puesto que a Jaime se le impuso, durante la audiencia inicial el lunes 17, la medida de prisión preventiva, sin embargo la jueza explicó que la audiencia había sido programada únicamente para resolver su situación jurídica, además de la carga de trabajo que tenía pendiente.
Frente a ello, el defensor presentó un recurso de revocación y, tras darle la palabra a la agencia ministerial, la jueza sostuvo su criterio, por lo que la revisión de medidas se efectuará el domingo 23, en tanto el imputado continuará recluido en la penal de Tepic.
La defensa anunció diversos datos para combatir la versión oficial -de que a Jaime se le detuvo porque conducía zigzagueando, que ofreció a policías dos mil 500 pesos y les advirtió que era “de la maña”-, entre las que se encuentran entrevistas de su esposa que viajaba con él cuando fue detenido, un hijo que estaba en su casa, una cuñada y una señora que es su comadre.
La versión de la esposa, leída por el defensor, describe lo sucedido la noche del viernes 14 de marzo, día en que Jaime cumplió años y por la noche una pareja que son compadres los invitó a cenar.
Cerca de las 11 de la noche, viajando de regreso a su casa junto a su esposo en una camioneta Ford color blanco, modelo 2014, detectó un movimiento inusual en su casa advertida a través de su celular puesto que cuentan con cámaras de seguridad, e incluso escuchó un golpe.
Más adelante se detuvieron porque había policías y personal militar y, tras identificarse, en unos minutos Jaime fue detenido. Les preguntaban si conocían a un sujeto llamado Iván. El celular de la señora le fue retirado y, más tarde, puesto que ella necesitaba un medicamento se le permitió ingresar a su casa, acompañada por un soldado, donde estaban sus dos hijos, asustados, uno de ellos menor de edad, así como elementos de diversas instituciones de seguridad.
La puerta estaba quebrada y los cuartos batidos, insistió la testigo que fue entrevistada anteriormente por un abogado.
Según la narración de la defensa, a la señora se le ordenó borrar la grabación de las cámaras de seguridad.
Luego, alrededor de las cuatro de la madrugada del sábado 15, se presentaron una agente del Ministerio Público y policías con una orden de cateo.
Por su parte, el hijo mayor reconstruyó el ingreso con violencia de los elementos de seguridad y de que, además de encañonarlo, le exigían la contraseña de las cámaras.
También se tomó la versión de una señora, comadre de la pareja, que confirmó la mencionada cena, y el relato de una cuñada de Jaime, detallando, por ejemplo, que quienes realizaron el cateo oficial se concretaban a decir que “buscaban indicios.”
Según el defensor particular, la versión de policías de que Jaime manejaba zigzagueando y demás cosas no era creíble porque la ratificación que hicieron los policías fue un copia y pega de lo anotado en el Informe Policial Homologado, incluso con las mismas faltas de ortografía, además de que se omitió que Jaime iba con su esposa cuando fue detenido.
Insistió que la orden de cateo fue después que se produjo el ingreso violento y que la orden se obsequió por un juez de Control en un domicilio que no corresponde al de Jaime y su familia.
Por su parte, la agencia ministerial respaldó su imputación e insistió que la detención fue apegada a derecho.
La jueza de Control dictó su resolución minutos antes de las14:30 horas, asentando que la vinculación a proceso sería por el delito de desobediencia y resistencia de particulares, y no por cohecho.
Se autorizó un plazo de un mes para la etapa de investigación complementaria.
A la sala de audiencias en el Centro Regional de Justicia Penal asistieron unas 15 personas, familiares del imputado.
* Esta información es publicada con autorización de su autor. Oscar Verdín Camacho publica sus notas en www.relatosnayarit.com
