El apóstol de lo imposible emprenderá su viaje por tierras nayaritas. La noticia se confirmó este viernes, cuando el obispo de la Diócesis de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, anunció en rueda de prensa la visita de una reliquia sagrada de San Judas Tadeo a la región, del 1 al 11 de abril próximos. Será un acontecimiento inédito en la región, que desde ya despierta fervor y expectativa entre miles de devotos.
Se trata del hueso de un brazo del apóstol San Judas Tadeo, una reliquia milenaria resguardada en el Vaticano. A petición de los obispos mexicanos, este fragmento sagrado viajará por primera vez a México como parte de una gira de fe. Detrás del anuncio late la creencia de que un pequeño vestigio físico de un santo puede traer consigo una enorme bendición espiritual.
La devoción a San Judas Tadeo está profundamente arraigada en México. Después de la Virgen de Guadalupe, pocos santos convocan tanta veneración popular como este apóstol, conocido como patrono de las causas difíciles y desesperadas. Cada 28 de octubre, su día festivo, miles de fieles abarrotan iglesias como la de San Hipólito en la Ciudad de México, llevando imágenes del santo, veladoras y ofrendas en gratitud por los milagros atribuidos a su intercesión. Incluso el día 28 de cada mes se ha vuelto ocasión de honrarlo, reflejo de una fe que busca esperanza y consuelo en tiempos de adversidad. Su efigie, con la imagen de Cristo en el pecho y una llama sobre la cabeza, se ha vuelto familiar en hogares, mercados y hasta en el transporte público a lo largo del país.
Sin embargo, nunca antes esta diócesis había recibido una reliquia de San Judas directamente desde Roma. Por eso el anuncio de Flores Calzada, hecho ante sacerdotes y periodistas locales, se vivió con asombro y alegría contenida. “Tendremos la dicha de que estén con nosotros las reliquias de San Judas Tadeo, especialmente un hueso de su brazo… Fíjense qué importancia: es uno de los doce apóstoles, elegido por Cristo y además primo de Jesús”, destacó el obispo, subrayando la magnitud histórica y espiritual del acontecimiento.

Ese entusiasmo se reflejó también en los detalles logísticos que compartió. Flores Calzada explicó que la Diócesis de Tepic —que abarca 16 municipios de Nayarit y 7 de Jalisco— coordinará un recorrido que llevará la reliquia a comunidades de todas las regiones pastorales. La venerada pieza iniciará el 1 de abril en Acaponeta, en el extremo norte, y durante diez días pasará por pueblos y ciudades hasta concluir el 11 de abril en lo alto de la sierra jalisciense. La gira, calculada estratégicamente para realizarse dos semanas antes de Semana Santa, pretende acercar el mensaje de fe al mayor número de fieles posible.
La reliquia viajará en un vehículo especial, convertido en santuario rodante. Según detalló el obispo, el venerado resto se transportará en una camioneta adaptada con ventanales panorámicos, de modo que el público pueda contemplarlo incluso durante sus traslados. Irá asegurado el relicario del hueso sagrado, acompañado por una escultura de cera de San Judas que parece custodiar sus propios restos. Un pequeño séquito logístico y religioso escoltará la camioneta en todo momento, asegurando que en cada escala esté todo listo para la veneración.
La ruta completa del apóstol abarcará una decena de templos. Tras partir de Acaponeta el 1 de abril (Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción) y detenerse en Santiago Ixcuintla el 2 de abril (Parroquia del Señor de la Ascensión), la reliquia llegará a Tepic al mediodía del 3 de abril. En la capital nayarita será recibida con una misa especial y una procesión por las calles céntricas, antes de exponerse al público primero en la Parroquia de San Judas Tadeo, el venerado templo de la señora Carmen Sánchez, y luego en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. La estancia en Tepic se prolongará hasta el 5 de abril, permitiendo que miles de fieles acudan a orar y contemplar de cerca el venerado fragmento.

Después de ese intenso capítulo en la ciudad, el recorrido retomará camino hacia otras localidades de la diócesis. El 5 de abril la reliquia arribará a Jala, pueblo mágico al pie del volcán Ceboruco, donde será expuesta en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Al día siguiente continuará hacia Ixtlán del Río, que la recibirá en el templo de Santiago Apóstol; y el 7 de abril llegará a Compostela, donde las campanas de la Parroquia de Santo Santiago Apóstol repicarán en honor al ilustre visitante. La travesía proseguirá el 8 de abril hacia San Juan de Abajo (Parroquia de San Juan Bautista), ya en la franja costera sur de Nayarit; el 9 de abril alcanzará Puerto Vallarta, donde la comunidad de la Divina Providencia, en la colonia La Aurora, la espera con cantos y plegarias; y el 10 de abril ascenderá a Mascota, Jalisco, para exhibirse en el templo de Nuestra Señora de los Dolores, enclavado en las montañas. Finalmente, el 11 de abril la reliquia llegará a Mixtlán, Jalisco, cuyo pequeño santuario de San Sebastián Mártir marcará el cierre de esta peregrinación inédita, tras lo cual el relicario emprenderá su regreso a la Ciudad de México.
“Se dice que San Judas es el patrono de las cosas difíciles”, reflexionó el obispo Flores Calzada al compartir el sentido profundo de esta peregrinación. “Le vamos a encomendar a nuestra patria y en concreto a nuestra diócesis, para pedirle más paz y que también ilumine a nuestros gobernantes en su papel de proteger a los ciudadanos, porque eso es lo más valioso de nuestra vida”. En medio de la incertidumbre y los desafíos que enfrenta el país, la presencia del santo de las causas imposibles se siente como un rayo de esperanza colectiva. Para muchos, este gesto trasciende el rito religioso: representa la unión de un pueblo que confía en que, aun en las crisis más graves, siempre cabe la intervención divina.