Con el propósito de salvar vidas y evitar que los jóvenes y los no tan jóvenes sufran problemas cardíacos, el reconocido periodista Jorge Plascencia compartió su experiencia tras haber padecido dos infartos provocados por el consumo de tabaco.
Jorge relató que comenzó a fumar a los 13 años, cuando cursaba la secundaria en la escuela Justo Sierra. Fue en compañía de sus compañeros que probó sus primeros cigarrillos de la marca Récord, Del Prado y Fiesta y más adelante, cuando tenía dinero, prefería fumar cigarros de la marca Raleigh.
Explicó que nunca fumó por ansiedad o por nervios, sino simplemente por el gusto y la buena sensación que le producía el tabaco.
Durante más de seis décadas fue consumidor habitual de cigarrillos. A partir de los 40 años, su consumo aumentó hasta llegar a una cajetilla diaria, es decir, 20 cigarrillos al día.
El primero de los dos infartos ocurrió mientras conversaba con un vecino. Aquella noche, Jorge decidió irse a dormir más temprano de lo habitual. Ya en casa, comenzó a sentirse mal: ansiedad, depresión, ganas de defecar y orinar al mismo tiempo, pero sin poder hacerlo. Al ser hospitalizado, los médicos confirmaron que había sufrido un infarto debido a la obstrucción de una arteria en la parte trasera e inferior del corazón.
Fue dado de alta pocos días después, sin que le realizaran un cateterismo. A pesar de la advertencia médica, Jorge volvió a fumar.
Tiempo después, sufrió un segundo infarto. Su esposa se encontraba en Estados Unidos por el fallecimiento de un familiar, y él, por no querer molestar a sus hijos, decidió quedarse solo. Durante la madrugada, comenzó a experimentar los mismos síntomas del primer infarto, además de no poder mover su brazo izquierdo.
Llamó al 911. La operadora le pidió que se sentara cerca de la puerta que la dejará abierta y esperará a los paramédicos. Minutos después, una ambulancia de la Cruz Roja llegó a su casa y lo trasladó al hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Tepic.
Gracias a la intervención del gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro Quintero, Jorge Plascencia fue trasladado a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, donde recibió atención especializada. Los médicos le detectaron seis arterias obstruidas, por lo que le colocaron seis catéteres para abrirlas. Tras una intensa labor médica, lograron salvarle la vida.
Desde entonces, Jorge asegura que ha dejado por completo el tabaco, el alcohol muy poco lo llegó a consumir, pero ha cambiado sus hábitos alimenticios. Reconoce que estos cambios le han permitido seguir con vida, al menos “sólo por hoy”, como él mismo expresa con humildad.
Agradeció al gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero por el apoyo brindado, lo mismo que el apoyo incondicional de su familia, quienes han estado a su lado durante su proceso de recuperación.
Antes de concluir su testimonio, Jorge Plascencia hizo un llamado urgente a las nuevas generaciones: “Dejen de fumar. El tabaquismo hace mucho daño. Es lamentable ver a niños con enfermedades crónicas tratando de salvar sus vidas, mientras muchos adultos, que ya deberían saberlo, siguen destruyéndose con el tabaco y otras sustancias que sólo los acercan a la muerte.”
