Un elemento de la Policía Municipal de Puerto Vallarta perdió la vida la tarde del sábado tras colapsar al interior del baño de la caseta de seguridad pública “Garza Blanca”, ubicada en la colonia Infonavit CTM.
Las investigaciones confirmaron que el oficial falleció a consecuencia de un infarto agudo al miocardio.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 17:00 horas, cuando compañeros del agente comenzaron a solicitar apoyo urgente a través de la frecuencia policial, solicitando una ambulancia sin detallar la naturaleza del incidente, lo que generó incertidumbre entre los elementos cercanos.
El oficial fue identificado como Carlos Eduardo Ávila, de 33 años de edad, conocido entre sus compañeros como “Popeye”. Según versiones oficiales, el agente ingresó al baño sin mostrar signos de malestar, sin embargo, al notar que no salía y no respondía a los llamados, sus compañeros forzaron la entrada y lo encontraron tirado boca abajo, inconsciente y con manchas de sangre en el lugar.
En un primer momento se especuló que el agente se habría autolesionado, sin embargo, dicha versión fue descartada rápidamente por las autoridades, quienes determinaron que el sangrado observado probablemente fue consecuencia de un vómito con sangre derivado de una descompensación de salud, sumado a una caída que le provocó una herida de aproximadamente dos centímetros en la nariz.
Personal del Grupo Táctico arribó al sitio y, al encontrarlo aún con signos vitales, comenzaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Poco después llegó una ambulancia del Departamento de Bomberos (unidad B-98), cuyos paramédicos continuaron con la atención médica y trasladaron al oficial en estado crítico a la clínica 42 del IMSS.
Durante el trayecto, a la altura del CONALEP, el oficial presentó un paro cardiorrespiratorio. Los paramédicos reanudaron las maniobras de reanimación hasta su llegada al hospital, donde fue ingresado de inmediato al cubículo de choque. A pesar de los esfuerzos del personal médico, el deceso fue confirmado a las 17:51 horas por la doctora Carolina Herrera.
El lugar de los hechos fue asegurado por elementos de la Policía Municipal, mientras personal de la Fiscalía del Estado y del Ministerio Público realizaban las diligencias correspondientes. Posteriormente, peritos del Servicio Médico Forense se hicieron cargo del levantamiento del cuerpo y su traslado al SEMEFO para la práctica de la necropsia.
Fue hasta la tarde del domingo, cuando la Fiscalía confirmó que la causa de muerte fue un infarto agudo al miocardio, y que el agente presentaba antecedentes médicos de preinfartos, lo que refuerza la hipótesis de un problema de salud súbito como origen del fatal desenlace.
La Comisaría de Seguridad Pública Municipal lamentó profundamente la pérdida del elemento y expresó sus condolencias a familiares, amigos y compañeros de trabajo. Carlos Eduardo Ávila es recordado entre la corporación como un oficial comprometido y apreciado por su equipo.
