Antonio Ramírez, líder de los transportistas de los camiones urbanos en Tepic, expresó su profunda preocupación por la creciente agresividad que sufren los choferes del servicio público, situación que, según él, ha empeorado desde que la Secretaría de Movilidad empoderó a los usuarios del transporte público.
Ramírez señaló que, en varias ocasiones, los pasajeros han sentido el derecho de agredir verbal y físicamente a los conductores sin enfrentar consecuencias. Relató una experiencia personal en la que un joven lo insultó por negarse a dejarlo bajar en una zona prohibida, dejando claro que los choferes ya no se sienten seguros en sus propias unidades. “La situación está fuera de control, los choferes estamos siendo amenazados constantemente, y aunque la ley nos ampara, no tenemos protección ni respaldo de las autoridades”.
El representante gremial añadió que los operadores de transporte están cada vez más expuestos a abusos de los usuarios, quienes, además, se sienten con la libertad de grabarlos sin su consentimiento y compartir dichos videos en redes sociales, afectando la reputación de los conductores. Resaltó que lo peor de todo es que, a pesar de las frecuentes agresiones y amenazas en contra de los chóferes del transporte urbano, ellos sienten que no pueden defenderse ni actuar ante estos abusos.
Según Ramírez, se sienten como sparrings de boxeo que deben soportar los insultos y las agresiones sin poder responder. “Estamos amarrados de manos. Nos parece injusto, no somos criminales, sólo estamos haciendo nuestro trabajo”, afirmó, enfatizando la vulnerabilidad de su gremio.
Ante este panorama, Antonio Ramírez hizo un llamado urgente a la Secretaría de Movilidad para que protejan los derechos de los conductores y les brinden el respaldo necesario, pues la mayoría de los chóferes son padres de familia, esposos y trabajadores comprometidos con su labor. Ramírez concluyó que los transportistas son servidores públicos y merecen el mismo respeto que cualquier otra persona.
