En los pasillos del Aeropuerto Internacional Amado Nervo, una afanadora de 60 años, Alicia Sandoval Camacho, se ha convertido en un símbolo de fortaleza y esperanza, compartiendo su testimonio de superación personal tras haber sido víctima de violencia doméstica.
Sandoval Camacho, quien vestía un impermeable amarillo canario debido a las recientes lluvias, se identificó como afanadora mientras realizaba sus labores de limpieza. Con más de 20 años de experiencia en este oficio, manifestó sentirse útil, productiva y feliz en su trabajo. Madre de tres hijos varones de 36, 35 y 30 años, todos independientes, agradece el gesto diario de uno de ellos, quien la lleva al aeropuerto cada mañana, permitiéndole ahorrar en transporte público.
Doña Alicia, madre soltera desde hace años, mostró serenidad y fuerza al recordar un pasado de maltrato por parte de su expareja, originaria de Guerrero. “Me cansé de los maltratos y decidí dejarlo para siempre”, expresó con firmeza.
En contraste, afirmó sentirse tranquila y segura en la actualidad, y aplaudió el respaldo que las mujeres en Nayarit reciben de las autoridades. Señaló que la intervención policial es rápida ante las denuncias, asegurando la detención de los agresores. Por ello, y con voz resuelta, hizo un llamado a las mujeres que aún viven en situaciones de violencia: “Denuncien. No se queden calladas. Para evitar feminicidios, es necesario armarse de valor y acudir a las autoridades interponer su denuncia ahora en Nayarit las mujeres ya no están solas”.
Antes de finalizar la conversación, Sandoval Camacho reiteró su satisfacción con su empleo, destacando el respeto de sus compañeros y la cordialidad de la mayoría de los visitantes del aeropuerto. A sus 60 años, Alicia Sandoval Camacho no sólo mantiene la limpieza de las instalaciones, sino que también deja una huella de fortaleza, dignidad y esperanza entre quienes transitan por el lugar.