El doce de julio no es un día más, es la fecha en la que el mundo reconoce sitios naturales, lugares sagrados, expresiones culturales y es también el resultado de peregrinar años a Wirikuta, a las oficinas, ante las autoridades de todos los niveles y a instancias internacionales: Emilia Rentería Rentería, gobernadora tradicional de la comunidad wixárika El Roble Del Nayar, Nayarit.
Con esta designación, ahora por ley, asumen personas e instituciones el compromiso de conservar esta ruta de los pueblos originarios hasta los sitios sagrados hasta Wirikuta en San Luis Potosí que conocemos como “el camino de nuestro Abuelo Fuego” y, que ahora estará velada por nuestros ancestros y por la humanidad gracias a la organización y a la hermandad que hay entre nosotros, el acompañamiento de las autoridades federales en esta cruzada ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, detalló la entrevistada en el municipio de El Nayar, Nayarit.
Esta ruta abarca Nayarit, Jalisco, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí, incluye a los habitantes de comunidades na’ayeri, wixárika, o’dam y meshikan, pero también a agricultores mestizos que viven en esa extensión y que también participaron en las jornadas legales, ambientalistas y culturales al ser vecinos y ser territorio por el que atravesamos cuando realizamos las peregrinaciones anuales a la zona sagrada potosina y donde nosotros no vemos límites geográficos de los estados, sino un territorio, informó la gobernadora.
“Pese a todo tipo de vejaciones, a la presencia de mineras extranjeras, al saqueo de nuestros pueblos, nos mantenemos como una cultura viva, cuya cosmovisión y tradiciones, vienen de siglos atrás y que continuará vigente para las siguientes generaciones que recordarán el día doce de julio del dos mil veinticinco como una fecha en la que el mundo reconoce y será guardián de la Ruta a Wirikuta de más de quinientos kilómetros de extensión por la cual atraviesan bosques, ríos, humedales, montañas en los que se llevan a cabo prácticas rituales y que quedó registrado como el bien número treinta y seis de la lista del Patrimonio Mundial en México, aseguró Emilia Rentería Rentería.