La historia de la Virgen del Carmen se remonta al siglo XII en el Monte Carmelo en Israel, ubicado a seiscientos metros de alto en territorio de Tierra Santa donde cada dieciséis de julio se conmemora a la patrona del mar, devoción que fue extendiéndose hasta llegar a nuestro continente, llegando a México. En Nayarit, encontramos esta advocación de la Virgen María como patrona del céntrico templo de la avenida México en la capital nayarita.
Con un programa que inició el pasado trece de este mes con una serie misas y rosarios, concluyó ayer dieciséis con las tradicionales “Mañanitas”, la misa solemne concelebrada del mediodía encabezada por el Obispo de Tepic, Monseñor Luis Artemio Flores Calzada en la que se dieron cita los católicos de la parroquia y de otras, de la ciudad, sumándose grupos Carmelitas; niñas y jóvenes ataviadas con traje café en tono carmelita y la mantellina que nos recuerda a la patrona de Santa María del Monte Carmelo y que da nombre a todas las mujeres y hombres que fueron bautizadas y registradas como Carmen y Carmelo.
La festividad se celebra el 16 de julio porque, según la tradición carmelita nos dice que ese día en 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se apareció a San Simón Stock, Superior general de la Orden y desde entonces ha sido venerada en el mundo católico y en nuestra capital nayarita, en el templo que ha sido modificado desde su construcción original, pero manteniéndose siempre su fervor por la Virgen patrona.
Con una misa solemne nocturna y una verbena popular, concluyeron las actividades en torno a la Virgen del Carmen que, en nuestra ciudad, concentra una gran comunidad que espera esta fecha para renovar su fe y crecer en número mediante la imposición de escapularios, una ceremonia religiosa en la que se admite a la familia carmelita, comprometiéndola a vivir según los principios de la devoción mariana y el carisma carmelita.