El 25 de julio concluye el plazo de siembra de temporal en la zona sur de Nayarit, y la superficie destinada a maíz caerá aproximadamente un 20 por ciento respecto al año anterior. Según estimaciones del productor Cruz Flores Gutiérrez, representante de campesinos en la región, el descenso se debe a la falta de un precio de garantía y al desánimo generalizado entre quienes tradicionalmente trabajan la tierra.
En ciclos anteriores se sembraban poco más de 40 mil hectáreas en esta zona, en su mayoría con maíz y en menor proporción con cacahuate. Sin embargo, ante la ausencia de apoyo oficial, muchas parcelas quedarán ociosas. “Ya hay terrenos que no se van a sembrar. La gente no ve condiciones para invertir”, expresó.
El año pasado, la tonelada de maíz se pagó en seis mil pesos, cifra que, de acuerdo con los productores, no cubre los costos de producción. Desde antes de las lluvias, solicitaron a la Secretaría de Agricultura del gobierno federal que el precio de garantía se elevara a siete mil 200 pesos. Hasta ahora no han obtenido respuesta.
En cuanto a financiamiento, los apoyos institucionales no han llegado con oportunidad. “La gente siembra de su bolsa, vende animales o se endeuda con familiares”, explicó. Los créditos de programas federales no han sido accesibles para todos. Solo algunas cajas solidarias han ofrecido préstamos, con tasas de interés que van del 1.5 al 2.3 por ciento mensual.
El contexto de precios deprimidos no deja muchas opciones. “Aquí la caña podría ser alternativa, pero el agave también está por los suelos”, señaló Flores. Para muchos, el ciclo ya se dio por perdido. “El que sembró, sembró. Y el que no, hasta el otro año, si es que vivimos”, concluyó.