Para apoyar el bienestar emocional de niñas y mujeres en tratamiento contra el cáncer, el DIF Nayarit mantiene una campaña permanente de donación de cabello para confeccionar pelucas oncológicas artesanales. Cada peluca se elabora a partir de al menos cuatro trenzas de 25 centímetros, donadas por personas de todas las edades, y se confecciona de manera artesanal para adaptarse a cada beneficiaria.
El éxito de la campaña responde a la colaboración entre tejidos sociales: donantes, voluntarios, artesanos y personal especializado trabajan de manera coordinada. El DIF Nayarit recibe donaciones en sus instalaciones centrales. El único requisito es que el mechón tenga una longitud mínima de 25 centímetros y esté limpio.
Hasta la fecha, más de 300 pelucas han sido entregadas en el estado. Las beneficiarias destacan el impacto que tiene en su vida recibir una peluca durante el tratamiento. Como explicó Ana Patricia Rodríguez Sandoval, madre de Lilibeth, una niña de nueve años que decidió donar su cabello por primera vez: “Ella decía que era para que las personas se vieran bonitas, para que no tuvieran que estar con el pelo corto”. Ese gesto resume el propósito del programa: restituir no solo el cabello, sino también la dignidad, la identidad y la confianza de las personas que atraviesan una enfermedad que, además de física, es profundamente emocional.
La pérdida de cabello como consecuencia de quimioterapias es uno de los efectos secundarios más visibles y, para muchas mujeres, también el más difícil de sobrellevar. Puede afectar su autoestima, provocar ansiedad o aislamiento. Las pelucas no curan, pero sí alivian, reconectan y fortalecen. Con este esfuerzo, el DIF Nayarit promueve la empatía y el acompañamiento activo a quienes enfrentan uno de los procesos médicos más complejo.
