El portero Rodrigo Parra de los Pumas del Universidad tropezó de nuevo con la misma piedra.
Por no saber jugar con los pies ni despejar a tiempo, se comió un gol absurdo en la jornada uno frente a Santos Laguna en la Comarca Lagunera, y ayer le pasó lo mismo en Ciudad Universitaria en el duelo ante el Pachuca.
Volvió a embarullarse con el esférico, que terminó anidándose dentro de su portería, en el marco de una jugada de trámite.
En el segundo gol pachuqueño realizó una salida tardía. Obviamente, el entrenador Efraín Juárez no tiene el deseo de exhibirlo, sin embargo, no tiene otro portero y por eso le ha dado la titularidad a un joven que ha demostrado carecer del más elemental oficio de portero.
El problema de Parra no es la juventud, sino su incapacidad. Al equipo universitario, le urge un portero solvente. En estas horas debe estar resolviéndose la contratación del experimentado arquero costarricense Keylor Navas, una figura de talla internacional.
El entrenador auriazul salió en su defensa: “Ya déjenlo en paz”. Pero es inevitable consignar sus yerros, que a final de cuentas son noticia. Asimismo, Efraín encomió su valentía pero, más que valentía, Parra incurre en temeridades e inconsciencia. No se puede defender lo indefendible. Solo el tiempo dirá si estas pifias lo marcarán para siempre o quedarán como simples anécdotas.
(Al momento de terminar de redactar esta columna, todo parece indicar que Keylor Navas llegará este miércoles para poner orden en el desprotegido arco universitario).
También ayer, en el juego por el título de campeón de campeones, el Toluca derrotó al América en California.
Un excelente gol de vestidor de Zendejas puso al América en ventaja, pero vendría la reacción toluqueña que reafirma a la escuadra choricera como la mejor de la liga. El Toluca es serio aspirante a repetir el campeonato del primer semestre del año. Helinho, que ha subido de juego salió lesionado de la rodilla izquierda tras recibir una fuerte patada del andino Lichnovsky, que salió expulsado. Los rojos le tienen tomada la medida a los amarillos.
El equipo del amazónico André Jardine generó muy poco juego ofensivo en la segunda mitad, factor que preocupa a las Águilas de cara a lo que resta del torneo de Apertura.
