Para el Sistema de los Servicios de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado de Puerto Vallarta (SEAPAL Vallarta), cada interrupción en el suministro eléctrico representa un reto considerable para garantizar el abasto de agua potable a la población. Fenómenos como tormentas eléctricas o incluso accidentes viales que dañan el cableado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han provocado apagones con afectación directa al funcionamiento de la infraestructura de producción y distribución del organismo.
Uno de los principales ejemplos es cuando es afectada la batería de pozos en la zona norte, compuesta por diez fuentes de abastecimiento, incluyendo el Pozo Radial. Este último es un tipo de pozo de captación de agua subterránea que utiliza galerías horizontales para maximizar la extracción del vital líquido. Estas fuentes deben reactivarse de manera secuencial una vez que regresa el suministro eléctrico, para evitar cambios bruscos en la presión de las tuberías y afectaciones en los filtros de la planta potabilizadora del Cerro del Machete, lo que prolongaría aún más el restablecimiento del servicio. La planta potabilizadora se encarga de tratar el agua cruda para hacerla apta para el consumo humano, mediante procesos de filtración y desinfección.
Este protocolo técnico implica un retraso promedio de seis horas para reanudar la operación de los sistemas de bombeo. A este lapso, debe sumarse el tiempo adicional necesario para que los tanques de almacenamiento recuperen niveles y permitan restablecer el suministro, lo que puede demorar otras 12 horas o más.
Ante estas situaciones, SEAPAL Vallarta implementa estrategias específicas para dar cobertura a los hogares, priorizando a las zonas más altas de la ciudad, mientras se estabiliza completamente el sistema, maniobras que buscan reducir al máximo el impacto de los apagones en la vida diaria de los vallartenses.