En vísperas del regreso a clases, muchas madres de familia enfrentan serias dificultades económicas para cubrir los gastos escolares de sus hijos. Tal es el caso de Ana María Ascensión Sóstenes Ceferino, madre soltera de dos menores, quien compartió en entrevista la complicada situación que atraviesa.
Explicó que, para lograr sacar adelante a su familia, trabaja en dos lugares con horarios diferentes; por las mañanas en una panadería y por las noches en un puesto de tacos: “en la panadería a la semana gano mil quinientos pesos y en la taquería gano mil setecientos pesos a la semana”.
La señora Ana María explicó que, además de los gastos escolares, se suman los pagos de servicios básicos como luz, agua y renta, pero, sobre todo, la alimentación de sus hijos. “Yo no recibo apoyo de ningún hombre y tampoco recibo la beca para mis hijos, por eso yo sola los mantengo”, aseveró con firmeza.
A pesar de las adversidades, la señora Ana María está decidida a apoyar a sus hijos para que estudien. “El estudio es la única forma en que ellos pueden tener una vida mejor. Yo no tuve esa oportunidad de estudiar porque crecí en la pobreza, pero quiero que ellos sí la tengan”, dijo con emoción.
Finalmente, la señora Sóstenes Ceferino dijo que, como mujer, realizará todo el esfuerzo necesario para que sus hijos concluyan una carrera profesional: “Porque, a pesar de todo, yo creo que en la educación no se gasta; se invierte y si mis hijos logran concluir una carrera profesional, segura estoy de que lograrán vivir en mejores condiciones que las que nos tocó vivir a nosotras”.
